¿Malas noticias para los españoles? El motivo por el que podría haber recortes en 2025

Muchos españoles viven más pendientes que nunca del bolsillo. Tras la crisis del precio de la energía y la inflación desbocada, se ha creado un clima de de concienciación sobre los gastos del hogar muy diferente al que teníamos años atrás.

Eso sí, tras varios años donde los países no han escatimado en recursos para reactivas sus economías post-covid, la Comisión Europea está presionando para frenar ciertas políticas de los estados miembro, incluida España.

Los borradores presupuestarios de los países de la Eurozona para 2025, que los gobiernos tendrán que elaborar en base a las nuevas reglas sobre deuda y déficit público acordadas en febrero pasado, tendrán que ser “ligeramente contractivos”, según del Eurogrupo.

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"Esto sería lo adecuado a la luz de las actuales perspectivas macroeconómicas, la necesidad de reforzar la sostenibilidad fiscal y de apoyar el proceso actual de desinflación, al tiempo que la política (económica) debe ser ágil en vista de la incertidumbre reinante”, señala la declaración acordada este lunes por los ministros de economía y finanzas de la Eurozona.

Según publica El Periódico, los gobiernos tienen hasta el 15 de octubre para remitir sus planes presupuestarios a la Comisión Europea y que tendrán que elaborar en base a la nueva arquitectura fiscal.

Eso sí, estos presupuestos exigirán ajustes y contención en el gasto público. Esta norma está pensada para países con una deuda superior al 60% o un déficit superior al 3% del PIB. España, cerró 2023 con el 109% de deuda, por lo que deberá ajustar también.

“Muchos Estados miembros que tienen altos niveles de deuda van a tener que hacer esfuerzos adicionales para reducir sus déficits y desarrollar salvaguardas que les permitan absorber shocks inesperados”, ha añadido el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad y ex ministro de finanzas luxemburgués Pierre Gramegna.

Según los expertos, las cuatro maneras de contener la deuda son: el crecimiento económico, los planes de ajuste en el gasto, el impago y la reestructuración de la deuda, y por último, la represión financiera.

España, que no abrirá el melón de recortar en lo que más dinero público gasta (las pensiones), dedicó a educación un 10,03% de su gasto público, a sanidad un 15,28% y a defensa un 3,14% de su presupuesto en el último año.