Energía

El interés por almacenar energía ya supera los objetivos de España a 2030

Iberdrola inaugura en un municipio de los Pirineos navarros una batería que evitará apagones y servirá de banco de pruebas para el desarrollo de esta tecnología

La presidenta de Navarra, María Chivite, inaugura la batería de Iberdrola en Valcarlos.

La presidenta de Navarra, María Chivite, inaugura la batería de Iberdrola en Valcarlos.

Sara Ledo

Sara Ledo

El interés por almacenar energía supera ya los objetivos de España a 2030, que ascienden a un total de 22.000 megavatios (MW), según el borrador de la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Actualmente, hay en servicio 5.300 MW de instalaciones hidráulicas de bombeo y apenas 27 MW de baterías, pero las solicitudes de acceso y conexión a la red ascienden a 4.000 MW en el primer caso y 17.521 MW en el segundo, según los registros de Red Eléctrica.

Este martes, Iberdrola ha conectado 1,2 de esos 17.521 MW -de los cuales, el 60% ya cuenta con permiso y el 40% restante todavía está en curso- en el municipio navarro de Valcarlos. Con 300 habitantes, este pueblo está expuesto a fuertes nevadas durante el invierno, lo cual provoca constantes cortes de luz, y al tener una complicada orografía resulta muy complicado desplegar nuevas líneas eléctricas, que puedan garantizar el suministro de los vecinos, según ha relatado su alcalde, Nicolás Camino, durante la inauguración de la batería, a la que ha asistido la presidenta de Navarra, María Chivite.

Ante las dificultades para resolver los constantes apagones, la distribuidora planteó en 2020 la instalación de una ‘megapila’ de ion litio, que acumule energía cuando no haya problemas en la red para poder garantizar el suministro en los momentos en los que haya fallos. En una pequeña parcela del municipio, bastante escondida, se decidió ubicar lo que a simple vista tiene aspecto de contenedor marítimo de color blanco y en cuyo interior se encuentran las enormes pilas que ‘guardan’ la energía.

La máquina, de fabricación europea, ha supuesto una inversión de 7 millones de euros para la compañía que preside Ignacio Sánchez-Galán. Tiene una potencia de 1,2 megavatios (MW) y una capacidad de producción de 4 megavatios-hora (MWh), lo que asegura el suministro del municipio durante unas 20 horas, según los cálculos de la empresa. En caso de avería, el problema se detecta de forma remota y se aísla automáticamente, momento a partir del cual se introduce la batería para evitar el temido apagón. Mientras, los técnicos puede resolver el problema que ha provocado el fallo en la red y, una vez solucionado, retomar el servicio de forma habitual.

Igual que en las pilas que se utilizan para el mando de la televisión, estas gigantescas baterías almacenan energía en forma química en su interior y, a través de un proceso electroquímico, la convierten en energía eléctrica. Esa energía sale en forma de corriente continua y en baja tensión (la que llega a las casas) que se transforma en corriente alterna y en media tensión (la que afecta a las redes) a través de un transformador situado a la derecha del contenedor. Y de ahí se dirige a la red de distribución para ‘llevarla’ a los hogares y empresas del entorno.

Pero más allá de suponer una solución al problema puntual de este pequeño municipio, la instalación de Valcarlos servirá también como un banco de pruebas, a través de un proyecto de innovación, en colaboración con otras empresas, como las propietarias de las centrales hidráulicas Barbo Renovables y Andueza Generación Eléctrica. El denominado proyecto Microflex ha recibido financiación del Gobierno de Navarra para estudiar el futuro de la distribución a través de microrredes en entornos complejos, como el de Valcarlos, pero también para entender el funcionamiento de las baterías con el objetivo de dar flexibilidad al sistema eléctrico.

Esta no es la única ‘pila’ de Iberdrola en España, aunque es de las pocas que hay. En 2019, la compañía instaló en el municipio murciano de Caravaca el primer sistema de almacenamiento con baterías para redes eléctricas de España para mejorar la calidad de suministro energético del lugar y de su entorno. También cuenta con un sistema de estas características en Hornico (Murcia). “A medida que crecen las renovables se necesita más almacenamiento, con la tecnología hidráulica a partir del bombeo, pero el almacenamiento a menor escala supondrá un vuelco en lugares como este que están expuestos a problemas suministro y donde el refuerzo de la red tradicional es muy difícil”, ha advertido la consejera delegada de i-DE, la distribuidora del grupo Iberdrola, Eva Mancera.