El detalle que podría hacer descender lo que te pagan por tu pensión en los próximos años

El cobro de una pensión es uno de los pilares del estado del bienestar en España. Según fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en noviembre de 2023 se registraron más de 10 millones de pensiones.

De estas, hay dos variedades: contributivas y no contributivas. Las primeras dependen del tiempo cotizado en la Seguridad Social, y pueden ser por jubilación, por incapacidad permanente, o por fallecimiento como orfandad o viudedad.

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 Las segundas son prestaciones económicas sin un mínimo de años trabajados, ya que prevalece la situación de vulnerabilidad, que una persona no haya cotizado lo suficiente para acceder a la contributiva de jubilación o invalidez de la persona.

En un artículo publicado por el portal Activos de El Periódico de España se explica que la combinación entre la baja natalidad que asola a España y el aumento de la esperanza de vida hace que los pensionistas cobren durante más años su pensión.

La sostenibilidad del sistema de pensiones ha sido cuestionada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Para el organismo, la última reforma acordada aprobada incrementará el déficit público en 1,2 puntos porcentuales del PIB para 2050, puesto que el gasto destinado a las pensiones "empezaría a acelerarse especialmente" a partir de 2035 y se elevaría hasta el 16,3% del PIB para 2049 frente al 13,7% actual.

Con la jubilación de los 'baby boomers', la generación nacida entre 1946 y 1964, aumenta el gasto del fondo de pensiones la presión sobre los más jóvenes, que no han podido reemplazar de manera efectiva a sus mayores por la menor natalidad. 

España necesitaría superar los 10 nacimientos por cada 1.000 habitantes para contar con una fuerza laboral suficiente que sustente el sistema actual de pensiones, algo que, por el momento, se antoja difícil.

En dicho artículo se definen como causas la incertidumbre laboral, mezclada con una escasa flexibilidad, el precio de la vivienda y el alquiler o la elevada incidencia de la jornada partida y una alta presencialidad en el puesto de trabajo.