El último Agassi

Ha llegado el momento: se retira una leyenda y su adiós será uno de los momentos inolvidables de esta edición.

Será uno de los momentos álgidos de esta edición del US Open que hoy, a las cinco y media de la tarde (hora española, 11.30 en Nueva York), se inicia en las pistas del National Tennis Center. Andre Agassi enfila los últimos compases de su carrera y no podía ser en otro escenario que las instalaciones de Queen's, en las que irrumpió con 16 años, pelo largo, una derecha impresionante y una presencia enorme, la de un fenómeno que levantó pasiones. Ahora, 21 años después, sin haberse perdido ni una sola edición, el jugador más carismático de las últimas décadas, explosivo en estilo y personalidad, ya padre de familia, se despide. El US Open no será lo mismo... Y probablemente, el tenis, tampoco.

Nueva York le acogió con los brazos abiertos. Y él le devolvió esa devoción incondicional con grandes tardes de buen tenis... No siempre de gloria ya que allí se topaba con un Pete Sampras que no permitía demasiadas alegrías, pero que no pudo impedir que Andre levantara el trofeo en dos ocasiones (1994 y 99). "El público de Nueva York me ha visto crecer. Es difícil no implicarse cuando ves a alguien pasar de ser un adolescente que hace y dice un montón de cosas equivocadas a convertirse en una persona que sale a la pista, lo da todo y aprecia las oportunidades. Para mí, es el sitio más especial del mundo", confesaba Agassi.

Por eso, sabiendo que es su última aparición, discretamente, sin hacer ruido, Andre se ha ido preparando para la última batalla. Cada día ha reservado la Arthur Ashe, la central, la que vivirá el adiós, durante una hora y media. Curiosamente, aunque en el vestuario no se hable de la retirada de una leyenda, todos corrieron a ver el cuadro que le había tocado en suerte -malo, la verdad, aunque con Agassi todo es posible-, hay 'overbooking' para compartir los entrenamientos con él bajo la atenta mirada de su entrenador, el australiano Darren Cahill. Se ha ejercitado con el alemán Tommy Haas, el checo Tomas Berdych, el francés Richard Gasquet... Anuló su participación en una rueda de prensa previa a su debut -esta próxima madrugada, tras el homenaje a Billie Jean King, frente al rumano Andrei Pavel, otro 'treintañero'-, quizá algo precavido porque "tengo todavía que prepararme para lo que serán las emociones. Sé que será emotivo". Y las emociones quiere reservárselas para cuando esté sobre la pista.

"Espero realmente que comience. Me siento bien, me siento genial. Estoy inspirado, espero salir a la pista y sentirme genial. Aunque lo cierto es que, cuando salga, no sé qué esperar. Esta es una de las partes más difíciles que voy a tener que afrontar", añadió. No ha querido gastar fuerzas para llegar a la cita en las mejores condiciones. Y es que su maltrecha espalda ya no responde: "El efecto de las inyecciones de cortisona dura ahora una o dos semanas cuando, hace un tiempo, me permitían jugar durante meses. Eso me demuestra que la decisión de retirarme es la correcta", explicaba el tenista de Las Vegas.

Desde que perdiera en Wimbledon ante Rafael Nadal, Andre apenas ha disputado cuatro partidos. Quizá el de hoy sea el último. "Es triste saber que un capítulo fantástico de tu vida va a terminar, pero, al mismo tiempo, siento excitación por saber qué me deparará el futuro, la próxima aventura. Es algo que no he hecho nunca", sentenció.

El tenis se ha resistido a perderle hasta ahora. Pero, como hiciera también su amigo Sampras, él ha elegido cuándo y dónde colgar la raqueta. Nadie, ni siquiera él, sabe el momento exacto. Pero sí que quiere hacerlo a lo grande... Como lo ha sido Andre Agassi.