Talant vuelve a tomar el mando en la pista

Tras no hallar un relevo de garantías para el lesionado Zorman, Dujshebaev regresó el miércoles a las pistas

Talant Dujshebaev se levantó ayer con el cuerpo dolorido. "No hay partido que no deje secuelas", bromeaba el entrenador del Ciudad Real, horas después de reaparecer con la camiseta del equipo manchego, el mismo dorsal número '10' que desde su retirada, hace 15 meses, colgaba de uno de los fondos del Quijote Arena. Dujshebaev, de 38 años, compaginará durante los próximos meses el cargo de máximo responsable técnico del equipo con su presencia en la pista. "No se me debe juzgar por marcar goles o llevar la manija; soy entrenador y este cambio de rol obedece sólo a la voluntad de ayudar al club, era la mejor solución en las actuales circunstancias", valoró Dujshebaev, que admitió haber "pasado nervios" en los momentos previos a su regreso a las pistas.

Dujshebaev ocupó frente al Cantabria, casualmente el club que le abrió las puertas del balonmano español, el puesto del lesionado Uros Zorman. Su misión fundamental será dar descanso a Alberto Entrerríos, único central del plantel. La idea partió de Raúl González, su ayudante en el banquillo. "El mercado no ofrecía un relevo de garantías, ni por calidad ni por precio", dijo Talant para justificar su duplicidad de funciones, una circunstancia, por otro lado, nada excepcional en el deporte de elite. Bill Russell, legendario pívot de los Boston Celtics, fue jugador-entrenador entre 1966 y 1969 -relevó al mítico Red Auerbach-, ganando dos de sus 11 anillos de campeón de la NBA.

Dujshebaev, elegido mejor jugador mundial en 1992 y 1996, intenta restar trascendencia a su paso. La mayoría de sus pupilos fueron antes compañeros y su participación activa en los entrenamientos ha sido habitual. De ahí que no haya acusado la inactividad.

El caso de dunleavy

Su caso recuerda al de Mike Dunleavy, técnico de los Clippers y 'Mejor entrenador del año' de la NBA el pasado curso, quien, ya retirado y siendo asistente en los Bucks volvió a vestirse de corto por las lesiones en la plantilla. La inactividad, sin embargo, le pasó factura y entre 1989 y 1990 sólo jugó siete partidos.

Ladislao Kubala también compaginó ambas labores. Fue en el Espanyol, en la campaña 1964-65. Un año antes había reanudado su carrera como futbolista en el club de Sarrià tras ser destituido como entrenador del Barça, donde había colgado las botas. Dujshebaev dice sentirse sólo entrenador, pero tampoco le hace ascos a su nuevo estatus. "Ahora, las ruedas de prensa se las 'chupa' Raúl", bromea.