La entrevista

Alfredo Evangelista: "Yo sé lo que es estar arriba... y en el pozo"

Alfredo Evangelista es, por encima de todo, un personaje que ha sobrevivido a su propio tiempo, a una época pasada en la que boxeadores y toreros formaban parte de la escenografía nacional. La España en blanco y negro

Alfredo Evangelista hizo un amplio repaso de su vida en la taberna El Glop del barcelonés barrio de Gràcia

Alfredo Evangelista hizo un amplio repaso de su vida en la taberna El Glop del barcelonés barrio de Gràcia / sport

Carlos Galindo

Le veo en forma...

Cuando me enfrenté a Clay pesaba 94 kilos y ahora, 100. Ya ve...

Por curiosidad, ¿cuánto le pagaron por ese combate? 

Ocho millones de las antiguas pesetas. Con eso y lo que me dio Interviu, llegué a los doce. Me compré un piso que costó cuatro.

Tenía 19 años cuando Kid Tunero pidió referencias de un buen peso pesado y apareció su nombre.

Esa llamada cambió mi vida. Vivía en Uruguay, era un joven rebelde y no me gustaba estudiar. Dejé el colegio en cuarto curso y empecé a trabajar repartiendo pan, leche, haciendo chapuzas...  

¿Eran muy pobres?

Mucho, pero también felices. Yo sé lo que es no comer. De hecho, solo lo hacía tres días a la semana; café negro y pan viejo. Cuando recibí esa llamada, se abrió un mundo ante mí. Trabajaba ocho horas al día y mi madre no quería que me fuese tan lejos pero decidí probar suerte... 

¿Y...?

Llegué a España y me alojé en un hostal detrás de la Cibeles. Descubrí lo que era comer en una mesa con mantel, tenedor y cuchillo. La gente no tenía picardía ni maldad, como ahora. Me entrenaba en el Retiro…

Y comenzó a boxear...

Si, gané cuatro combates por KO y un nulo. Empezaron a llamarme ‘el pequeño Alí’.

Pero lo que le dio fama fue su pelea con Urtain…

Todo el mundo conocía al Morrosko. Recuerdo que me metió un derechazo que me dejó el brazo dormido. Aún me duele. Gané por KO técnico en el quinto asalto, después de que arrojaran la toalla. Yo cobré 250.000 pesetas y él, 500.000. 

Esa pelea tiene su historia

Sí, me permitió traer a mi familia a España desde Uruguay. El promotor, para incentivarme me decía que solo me lo pagaba si ganaba... y gané.  

¿Fue entonces cuando le propusieron enfrentarse a Alí?

Sí. A Kid Tunero no le gustó la idea. Dijo que era un suicidio. Pero yo sabía que si ganaba, el mundo sería mío. 

Usted no tuvo dudas...

Tenía mucho a ganar y poco que perder. Además, Don King se comprometió a pagarme 100.000 dólares… Eso era una fortuna. Dormí en su casa, en una cama redonda con el techo acristalado. Podía ver las estrellas… Aluciné con tanto lujo. 

¿Y lo de su nacionalidad...? 

Me dieron el pasaporte español y el carnet de identidad en 24 horas. Franco quería que pelease con Alí como español. 

¿Qué recuerdos tiene?

Antes de viajar a Estados Unidos, vi diferentes combates de Clay en película Super 8, en Los Angeles de San Rafael. Lo que viví allí fue irrepetible. Pasé tres o cuatro meses en una nube. Era rápido y listo, un tipo muy inteligente. No he visto a nadie como él. 

¿Qué pasó en el ring?

Me indicaba con su guante que me acercara y yo le devolvía el gesto señalándole que fuera él quien se aproximara. Ese desparpajo le sorprendió. 

¿Le llegó a tocar la cara?

Por supuesto que sí. Le aguanté los 12 asaltos. Al principio, él pensó que era una perita en dulce pero a partir del sexto, ya entendió que si quería ganar, tendría que sufrir. En el último le arrinconé y pasó sus apuros. La virtud de Clay es que visualizaba un golpe tres minutos antes de soltar el puño. Un tipo listo, sí. Aguantar al 'Más Grande' lo cambió todo. Eso sí, cuando me pegaba, me dejaba hasta guapo...

¿Le dijo algo?

Sí, que yo sería el futuro campeón del mundo.  

¿Qué otras cosas recuerda?

Le llamaba Cassius Clay y eso le enojaba; decía que era de esclavos. Él solo respondía por Mohammed Alí. 

¿Considera que la decisión de los jueces fue acertada?

Si ese combate se hubiera disputado fuera de Estados Unidos, creo honradamente que habría ganado yo. Además, me habría embolsado 100 millones de pesetas. 

Estados Unidos le cambió la vida...

Aquello era otro mundo. Si eras boxeador y no habías pisado ese país, no eras nada. Cualquier negrito te podía arrancar la cabeza... Allí estaban los mejores. Don King me pidió que me quedase; de hecho, me ofreció un talón en blanco. Alguna vez me he arrepentido... Allí conocí a famosos como Frank Sinatra, Tom Jones, Silverster Stallone, Telly Savalas, Gregory Peck, Paul Anka, Sammy Davis Jr., Dean Martin, Robert Redford...

¿Lo mejorcito...?

(Se ríe). He sido afortunado. Pero me gustaba demasiado España. Aquí me relacioné con el Rey, Lola Flores, El Cordobés, actrices, cantantes, gente guapa de la noche...

¿Cuánto dinero pudo ganar en aquella época?

Unos 100 millones de pesetas, calculo. 

¿Y qué pasó...?

Lo perdí todo. 

¿Todo?

Absolutamente todo. Hice malas inversiones, presté dinero a gente que jamás me lo devolvió, me engañaron... He estado arriba y en el pozo más profundo. 

Hábleme de su estancia en la cárcel.

Dijeron que había vendido cocaína, pero no fue cierto. Caí en una redada y pagué por todos. Yo era el famoso. Se ensañaron conmigo. Me cayeron cinco años en Carabanchel. 

¿Pero usted tomaba cocaína?

Mucha gente lo hacía. Era el 'boom' del momento. Ya sabe, los amigos, la noche, el cachondeo... Jamás estuve enganchado. Pero sí, la tomé durante cinco o seis años... 

¿Lo ha pasado mal...?

He hecho cosas que no debía, pero también he pagado por decir lo que pensaba. Tengo por costumbre no mentir nunca. No es cuestión de machacarse; lo hecho, hecho está. Cuando estás arriba, hay mucha gente a tu alrededor pero después, cuando vienen mal dadas, todos desaparecen. 

(...)

Tampoco me ha acompañado la suerte. Tuve un cáncer de vejiga, sufrí una trrombosis por la que casi pierdo la pierna... Muchas cosas.

¿Qué hacemos con los jóvenes?

A los chavales de hoy les falta pasar hambre. Tienen demasiadas cosas... Por eso, el boxeo no volverá nunca a estar arriba. Además, no hay dinero. Llevo a 15 jóvenes en Zaragoza y dos están para pelear, pero no hay combates. 

¿A quién le gustaría conocer?

A Suárez, Messi y Neymar. Le diré una cosa, siempre he sido del Barça. Y la razón es que soy del Peñarol, que ha sido un rival histórico del Real Madrid. Quiero que los blancos pierdan en todo; incluso en las canicas...