El primer campo de críquet de Barcelona ya es una realidad

Hace solo unas semanas abría sus puertas una nueva instalación deportiva en Barcelona: el Campo Municipal de Críquet de Montjuïc. En solo tres meses, este equipamiento se ha convertido en todo un referente de las competiciones de este deporte, tanto en el ámbito catalán como español.

Campo de Criquet

Campo de Criquet / SPORT.es / sport

Ubicado en el terreno del antiguo Campo de Fútbol de Julià de Campmany, en el barrio de Poblesec, este equipamiento es el primer campo de críquet de la ciudad. Con una inversión de 1,6 millones de euros, se ha hecho realidad gracias a la iniciativa del equipo femenino Críquet 11, formado por un grupo de chicas del Raval, Trinitat Vella, el Poble-sec, Badalona y Santa Coloma, que presentaron su proyecto a la convocatoria de los primeros presupuestos participativos del Ajuntament de Barcelona. “Estamos muy contentos de cómo ha quedado el primer campo de críquet de Barcelona pero, sobre todo, estamos muy satisfecho de cómo está funcionando tanto a nivel de práctica deportiva como de competiciones. Queremos que esta instalación sirva para impulsar este deporte todavía poco conocido para muchos y muchas barcelonesas. "Será especialmente clave para promocionar el críquet femenino que tantos éxitos está dando a nuestra ciudad”, señala David Escudé, concejal de Deportes.

COMPETICIONES DE ALTO NIVEL

De hecho, el Campo Municipal de Críquet de Montjuïc ya acoge dos competiciones de primer nivel. Por un lado, se está jugando la Liga Nacional Femenina “No boundaries”, la primera liga nacional femenina que se disputa en el Estado español y que tendrá lugar íntegramente en Barcelona hasta noviembre de este año. Y, por otro lado, también se disputa la Lliga Catalana de Criquet, organizada por la Federación Catalana de Criquet, que cuenta con una categoría femenina y una sub-19, ofreciendo así una plataforma para jugadores y jugadoras de diversas edades.

Reivindicación femenina

El críquet llegó a Barcelona de la mano de vecinos y vecinas de las comunidades de población originarias de la India y Paquistán. Para muchos de ellos, jugar es más que practicar un deporte. La diversidad de origen, cultural y de creencias de sus participantes ha convertido esta práctica en un espacio de cohesión social, participación inclusiva y no discriminación. El equipo femenino Criquet 11, impulsado por Criquet Jove Barcelona, ha sido pionero en este deporte en todo el Estado. Esta reivindicación del críquet femenino en la ciudad responde a la necesidad de contar con espacios donde practicar este deporte en un ambiente de confianza y, además, fomentar el diálogo intercultural gracias a la promoción de una práctica deportiva como esta.

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