Niurka cambia el foso de longitud por el 'banquillo'

La vida de Niurka Montalvo ha dado un giro de 180 grados desde su retirada el pasado verano

El Europeo disputado en Götteborg el pasado verano fue la última oportunidad para ver en acción a Niurka Montalvo en el foso de longitud. En los Mundiales de Sevilla'99, la atleta de origen cubano logró para España una histórica medalla de oro que ahora recuerda como "el mejor salto de mi carrera (7,06) y mi mejor momento profesional". Hace tan pocos meses que dejó el atletismo que aún no ha tenido tiempo para asimilar su nueva situación: "Después del Europeo me operé de la rodilla y eso me obligó a estar parada durante un mes, pero estoy segura de que cuando comiencen de nuevo las competiciones empezaré a notar el cambio de vida". Por si acaso y para no olvidarse por completo del deporte al que ha dedicado la mayor parte de sus 38 años, Niurka Montalvo ha decidido reciclarse como entrenadora de saltos.

Empezó a trabajar con su club, el Valencia Terra i Mar en septiembre y hace poco más de una semana se incorporó al cuadro técnico de la Federación Española de Atletismo supervisando la concentración de Jóvenes Talentos organizada por el Consejo Superior de Deportes en Zaragoza. La atleta caribeña se encuentra a gusto en su nueva faceta, que puede compaginar con su dedicación a su hijo de tres años Daniel. "En la escuela de Valencia este año tenemos inscritos a 418 niños.

El atletismo tiene muchísimo tirón en esta ciudad, se hace mucha promoción y aguantamos el fenómeno del fútbol mejor que en otros puntos de España", explica. Niurka considera que "una de las claves del éxito son las magníficas instalaciones con las que contamos. En el cauce del río Turia siempre hay gente corriendo y las pistas al aire libre del Terra i Mar son otro reclamo excelente". La labor principal de la ex campeona consiste en aconsejar a los niños que despuntan en longitud: "Hacemos tests para corregir su técnica y también tratamos de inculcarles la disciplina que requiere el atletismo profesional".

Para los chicos, contar con una profesora como Niurka Montalvo es todo un lujo, además de un gran aliciente: "Muchos se muestran extrañados al verme, algunos creían que todavía no me había retirado y se sorprenden, pero una vez empezamos a trabajar esto se convierte en una anécdota". A Niurka le encantaría que su pequeño Daniel estuviera pronto en su escuela de atletas: "Me encantaría que disfrutara del deporte y se rodeara de un ambiente sano. Yo trataré de inculcarle mi afición. Así se evitan los vicios externos que tanto nos preocupan a todos los padres".

La hispano-cubana se considera afortunada: "Durante años he podido dedicarme con éxito a lo que más me gusta y la culminación de mis sueños se hizo realidad en el Mundial Sevilla, no solo por aquella medalla de oro en el último salto, sino porque compartí mi éxito con todo el estadio y recibí el apoyo de mucha gente". Niurka asegura que "no puedo quejarme de cómo me ha tratado España. A Cuba sólo vuelvo en vacaciones".