Iziar Martínez, la promesa española de la escalada que vive como escala, “sin compararme ni mirar resultados”

Iziar Martínez

Iziar Martínez / Foto: Iziar Martínez

Iziar Martínez (2005, Valladolid) es pucelana aunque lleva tres años viviendo en el noroeste de Madrid, en Las Rozas, en la casa donde residen sus abuelos. Se trasladó hasta allí apostando por la escalada, esa actividad que ‘mamó’ desde los tres años cuando acompañaba a sus padres durante jornadas en la montaña. “Al principio no me gustaba, pero supongo que de tanto estar ahí me picó el gusanillo, lo empecé a probar y a querer mejorar…” y el año pasado, con 18 años, ‘Ichi’ finalizó tercera en el Campeonato del Mundo Juvenil de Bloque, primera en el Campeonato de Europa de bloque y segunda en el Campeonato de Europa de Dificultad.

En Madrid también viven los tíos de Iziar, con lo que siempre ha estado rodeada de familia y no ha tenido problemas en hacer nuevas amistades. Le gusta disfrutar de música, cine, conversaciones y paseos cuando no tiene unos pies de gato puestos, “soy muy polivalente, me gusta hacer muchas cosas”, nos cuenta.

No obstante, normalmente está subida a una pared ya que entrena todas las tardes -salvo cuando le toca competición-. Acaba de terminar bachillerato y ahora está sopesando tomarse un año sabático o emprender algún estudio relacionado con el deporte. Lo que le pida el cuerpo y mente de quien ya se está preparando para competir de tú a tú con las estrellas de la escalada senior. El año pasado ya quedó tercera en una prueba de Copa de Europa (senior) y este año está totalmente enfocada en dar ese salto “físico y mental” para la máxima categoría, en la que lleva compitiendo de manera intermitente cerca de cinco años, “quiero mejorar mi rendimiento”.

El ineludible trabajo mental

‘Ichi’ es una de las promesas de la escalada española que está cocinándose a fuego lento, sin prisas y, sobre todo, sin perder el tiempo porque gracias a su visita semanal a un psicólogo mantiene como principal objetivo “disfrutar de la escalada y poner el foco en el rendimiento en lugar del resultado y me ayuda. No me gusta pensar en el resultado, si lo hago suele ir a peor porque me pongo más presión. Mi foco ha cambiado mucho y ahora intento no compararme con mis compañeras y eso hace que mejore un montón”.

Este aprendizaje es lo más positivo que del deporte aplica en su día a día. “Para mí, el deporte es igual que la vida: a veces estás comparándote todo el rato con los demás y se te olvida tu vida. Pensar así me ayuda un montón”, comenta Iziar, que esta temporada ya se ha subido dos veces al podio en la Copa de Europa juvenil.

Sus referentes

En este camino físico y mental, Iziar está acompañada de referentes como “mis padres, sobre todo. Y a Janja Garnbret (la eslovena medalla de oro en Tokio 2020) puede ser a una de las personas que más admiro del mundo porque es muy constante y completa. También la japonesa Ai Mori es mi referente porque es más bajita que yo y consigue hacer cosas increíbles”.

A sus 19 años y tras esta charla con ella, a Iziar Martínez se le puede dibujar como una escaladora prometedora, una arquitecta consciente de los grandes materiales con los que cuenta para edificar una bonita carrera deportiva y de los obstáculos y barreras que debe superar para que nada se derrumbe. Quizás, paso a paso, en unos años se la vea compitiendo por grandes hitos como acudir a una cita olímpica: “Es un sueño, pero sin obsesionarme. Al final eso es un resultado que puede ocurrir o no. Yo voy a luchar por ello, pero también voy a disfrutar el proceso”.