Cómo encender una estufa de leña: evita ponerte en peligro

Las estufas de leña representan una opción de calefacción tradicional que, a pesar de la evolución tecnológica en sistemas de climatización que incluye por ejemplo las estufas de pellets, sigue siendo popular en muchos hogares. 

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Las estufas de leña tienen más ventajas de las que crees. Aquí te vamos a enumerar alguna de ellas: 

1.  Ecológicas. La leña es un recurso renovable, especialmente si proviene de bosques gestionados de manera sostenible. Al quemar leña, el carbono liberado es aproximadamente el mismo que el árbol absorbió durante su vida, lo que lo convierte en una opción de calefacción más ecológica en comparación con los combustibles fósiles.
2.  Costo-Eficiente. Para aquellos que tienen acceso a un suministro barato o gratuito de leña, esta opción puede ser más económica que el gas o la electricidad.
3.  Independencia energética. Las estufas de leña proporcionan calefacción sin depender de la red eléctrica o del suministro de gas, lo que es ideal en ubicaciones remotas o en situaciones de emergencia.
4.  Ambiente acogedor. El fuego de leña crea un ambiente cálido y acogedor, y muchas personas disfrutan del aroma y el sonido crepitante de la leña quemándose.

Por contra también tiene algunos inconvenientes:

1.  Mantenimiento y limpieza. Requieren una limpieza regular para eliminar la ceniza y el hollín, y es necesario inspeccionar y limpiar periódicamente el conducto de humos para prevenir incendios.
2.  Almacenamiento de leña. Se necesita un espacio considerable para almacenar la leña y mantenerla seca.
3.  Emisiones. Aunque son más ecológicas que los combustibles fósiles, las estufas de leña aún emiten partículas y otros contaminantes al aire, lo que puede ser un problema en áreas con restricciones de calidad del aire.
4.  Trabajo manual. Requieren un esfuerzo físico para cargar la leña y encender el fuego.

¿Cómo encender una estufa de leña?

A continuación te vamos a contar paso a paso cómo encender una estufa de leña: 

1.  Preparación. Asegúrate de que la estufa esté limpia, retirando cenizas y residuos del uso anterior.
2.  Abrir la ventilación. Ajusta las ventilaciones para permitir un flujo de aire máximo.
3.  Colocación de la leña. Comienza con pedazos pequeños de madera o astillas y coloca troncos más grandes encima, dejando espacio entre ellos para el flujo de aire.
4.  Usar iniciadores de fuego. Utiliza papel, corteza o iniciadores comerciales para ayudar a prender la leña pequeña.
5.  Encendido. Enciende el iniciador de fuego y cierra la puerta de la estufa, manteniendo las ventilaciones abiertas para alimentar el fuego.
6.  Ajustar la ventilación. Una vez que el fuego esté establecido, ajusta las ventilaciones para controlar la intensidad del fuego.

Precauciones y recomendaciones para tu estufa de leña

• Inspección y mantenimiento. Realiza inspecciones regulares de la estufa y el conducto de humos para asegurar su correcto funcionamiento y prevenir riesgos de incendio.
• Ventilación adecuada. Asegúrate de que tu hogar esté adecuadamente ventilado para evitar la acumulación de humo y gases nocivos.
• Leña seca. Utiliza siempre leña bien seca, ya que la madera húmeda produce más humo y hollín.
• Detector de humo y monóxido de carbono. Instala detectores de humo y monóxido de carbono en tu hogar para una mayor seguridad.
• Nunca dejar desatendida. Nunca dejes una estufa de leña encendida sin vigilancia.
• Seguridad de los niños. Mantén a los niños alejados de la estufa de leña y educa sobre los peligros del fuego.

Las estufas de leña, con su encanto tradicional y capacidad de proporcionar calor acogedor, siguen siendo una opción valiosa de calefacción. Sin embargo, es esencial considerar tanto sus ventajas como sus inconvenientes y seguir las pautas de seguridad para su uso eficiente y seguro para poder usarla con todas sus aplicaciones.