AC/DC

Nostalgia, 38 grados y camisetas negras: "Es como si fuera el último día de nuestra vida"

Más de 120.000 espectadores de todo el país se dan cita en Sevilla para asistir a los dos conciertos en el estadio de La Cartuja

Sus fans interpretan este evento en la capital andaluza, la única parada en España de la gira europea, como el adiós de la mítica banda australiana de 'hard-rock'

Sandra, Jose y Julio, dos hermanos y un amigo, que han llegado desde Albacete a Sevilla para el concierto de AC/DC.

Sandra, Jose y Julio, dos hermanos y un amigo, que han llegado desde Albacete a Sevilla para el concierto de AC/DC. / RAFA ARANDA

Rafa Aranda

Han pasado ocho años desde la última. Demasiado tiempo para sus seguidores más fieles. "No tengo claro que se vuelva a repetir", afirma Jose, junto a su hermana Sandra y su amigo Julio, a la sombra de un árbol a la orilla del Río Guadalquivir, a los pies de la Torre del Oro de Sevilla. Desde Albacete han llegado directos al AC/DC High Voltage Dive Bar, la fan zone a la que miles de fieles seguidores del mítico grupo australiano han acudido este miércoles para vivir las últimas horas antes de un momento único: el primero de los dos conciertos que va a dar AC/DC en el estadio de La Cartuja, la única parada en España de su gira europea Power Up. Los rockeros del viejo continente miran a Sevilla.

Una sensación térmica que alcanza los 38 grados y un sol radiante han recibido a aproximadamente 120.000 personas que se reparten entre las dos citas, la de este miércoles y la del sábado. Un acontecimiento con aroma a despedida, a momento único. Ya estuvieron en la capital andaluza en 2010 y en 2016, y entre medias, actuaron en 2015 en Barcelona tan sólo una vez y en dos ocasiones en Madrid.

Pero el tiempo pasa para todos desde aquel último concierto en Sevilla. Las ganas de vivir este momento contrastan con la nostalgia de unos años inolvidables. Su mítico vocalista, Brian Johnson, va a cumplir 77 años en octubre, y los fans ya no tienen tan claro que esta banda vuelva a pisar el país de esta forma. Por eso las entradas para el primer concierto se agotaron en apenas cuatro horas y las del segundo también en un abrir y cerrar de ojos.

Una gira con aroma a despedida

"Será la última gira que va a hacer AC/DC supongo. Llevamos mucho tiempo esperando. Había que estar presente", afirma Aarón, que ha llegado con su pareja, Naira, desde Canarias en el mismo día únicamente para el concierto. Él suele hacer versiones con su banda y por fin los verá en directo: "Un ambiente de rock es un ambiente de amigos y buen rollo. Es una pasada, todo el mundo con sus camisetas".

La cola no ha dejado de aumentar para acceder al espacio que se ha destinado en el Paseo Marqués de Contadero, donde los fans pueden hacerse tatuajes gratis, fotos con guitarras, ver conciertos en pantallas gigantes, acceder a una tienda o hacerse fotos con murales y posters, distintas formas de perpetuar una fecha imborrable para un buen seguidor de la banda.

"Yo estuve en el Calderón. Pero esto es como si fuera el último día de nuestra vida", asegura Rubén, que ha viajado seis horas en coche junto a su amigo Abel desde Valladolid únicamente para el concierto. "Sevilla ahora mismo es rockera total", afirman alucinados.

De diferentes puntos y con mil anécdotas

Desde Cantabria, Canarias, Albacete, San Fernando, Ciudad Real, Madrid, Barcelona hasta diferentes lugares del mundo. Son infinitos los puntos de partida de todos los fans de AC/DC, y de la música en general, que se han movilizado para vivir disfrutar de una de las bandas más míticas de la historia. Hay quien reservó los vuelos y los alojamientos antes que las entradas, y otros todo lo contrario, han sufrido para poder quedarse a dormir en la ciudad o en algún lugar cercano.

Precios desde 300 euros a 600 euros para hacer noche en Sevilla después del concierto, o vuelos totalmente abarrotados es lo que describen los últimos fans que han querido apuntarse a la fiesta. La mayoría, lo hicieron con tiempo.

"A las 6 de la mañana hemos cogido un vuelo para poder estar aquí", afirman Miguel y Verónica, llegados de Laredo (Cantabria). No han tenido la misma suerte Dámaso y Darío, padre e hijo, de Ciudad Real, que han tenido que reservar alojamiento en Palma del Río (Córdoba). Aunque es algo con lo que se conforman cuando en un principio se vieron sin entradas: "Se nos cayeron dos lagrimones cuando las conseguimos".

Desde Barcelona han viajado un grupo de amigos, pero unos han tenido que llegar en tren directamente y otros han tenido que ir en avión a Málaga, hasta reencontrarse de nuevo en la capital sevillana. "Compramos las entradas, esperamos una semana para los vuelos, y al agotarse las entradas del concierto los vuelos subieron a 200 o 300 euros".

“Desde que tenía 12 años los estoy escuchando. Llevo más de 40 años. He ido a los conciertos de Madrid y estuve en Suiza y Barcelona también", asegura Juan Carlos, acompañado de sus hermanos Luis y Mario y su sobrina Paula. "Esto es alucinante". Mayores, jóvenes, españoles, extranjeros, fanáticos de la banda, aficionados a la música, familiares, amigos...Todos tienen en común una camiseta negra con el logo de AC/DC y la ilusión de vivir una noche inolvidable en Sevilla, por unos días la capital del rock.

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