Uruguay se carga en los penaltis a un Brasil nefasto

La Celeste, que fue mejor que la Seleçao en los 90 minutos a pesar del 0-0, tuvo que esperar a las penas máximas para llegar a las semifinales

Brasil, sin Vinicius Jr. sancionado, confirmó las malas sensaciones en una Copa América para olvidar

Los uruguayos celebran la clasificación para las semifinales de la Copa América

Los uruguayos celebran la clasificación para las semifinales de la Copa América

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Uruguay sigue haciendo historia en la Copa América de la mano de Marcelo Bielsa y accedió a las semifinales donde le esperaba ya Colombia. No necesitó hacer, ni mucho menos, una actuación brillante para expulsar a un Brasil ramplón, que cae eliminado habiendo ganado solo uno de los cuatro encuentros disputados. El fracaso 'canarinho', de juego y resultados, es gigantesco.

Uruguay - Brasil

Copa América - Cuartos de final

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Alineaciones
Uruguay
Rochet; Nández, Ronald Araujo (Giménez, 33'), Olivera, Viña; Ugalde, Fede Valverde, De la Cruz (Bentancour, 67'); Pellistri (Varela, 78'), Maximiliano Araújo y Darwin Núñez (De Arrascaeta, 78').
Brasil
Alisson; Danilo, Éder Militao, Marquinhos, Guilherme Arana; Bruno Guimaraes (Evanilson, 86'), Joao Gomes (Douglas Luiz, 82'), Lucas Paquetá (Andreas Pereira, 82'); Raphinha (Savinho, 82'), Rodrygo (Martinelli, 86') y Endrick.

El 0-0, tras las 90 minutos, expone a la perrfección lo que fue un clásico fallido. De hecho, uruguayos y brasileños podrían haberse ahorrado un enfrentamiento con mucha guerra y nada fútbol y haberlo decidido todo en los penaltis, como acabaron haciendo. Y, desde los once metros, la Celeste fue mucho más competente. Se impuso por 4-2 con Rochet teniendo suficiente con parar un solo lanzamiento.

Con el balón en juego, las dos selecciones estuvieron más pendientes de anularse que de proponer en un clásico en que, en líneas generales y como era esperado, Uruguay fue más y mejor equipo ante un Brasil pequeño y acobardado.

La ausencia de Vinicius Jr., suspendido por acumulación de tarjetas, dejó a la Seleçao descabezada sin su teórico líder temporal durante el torneo continental, porque el número uno es Neymar que sigue recuperándose de su lesión de cruzados en la rodilla izquierda.

La Celeste es una selección bien trabajada tácticamente por un sabio como es Bielsa e intentó llevar la iniciativa con una presión alta, que asfixió a los brasileños. Sin embargo, se perdió en el combate y le faltó punch en el tercio final donde Darwin Núñez estuvo desaparecido.

Eso sí, tuvo el mérito de superar la baja del blaugrana Ronald Araujo, que se lesionó muscularmente en la parte posterior de la pierna izquierda y tuvo que dejar su lugar precozmente (en el minuto 33) al colchonero Giménez.

Lo de Brasil es altamente preocupante, como ya se había avistado en la primera fase. La falta de creatividad, culpa directa de su seleccionador Dorival Junior, es inquietante. El doble pivote formado por Bruno Guimaraes y Joao Gomes, no propone nada y muestra muchísimas lagunas en la contención. Y Lucas Paquetá está absolutamente ausente y noqueado psicológicamente por las acusaciones de la Federación Inglesa por su participación en apuestas deportivas, que pueden acabar acarreando una sanción de por vida.

La Canarinha, que abusó de los balones en largo, solo logró imponerse a partir del minuto 74 cuando Uruguay se quedó con diez. A Nández se le cruzaron los cables. Le dio un tremendo pisotón a Rodrygo, y acabó expulsado con roja directa después de que el VAR alertara al árbitro. Dorival Jr. movió el banquillo demasiado tarde y su equipo, por mucha acumulación de delanteros, fue inoperante. Y, en los penaltis, ganó quien se lo mereció.