Suárez acabó destrozado y llorando sobre el césped

Luis Suárez jugó un buen partido, hizo todo lo que pudo para que, después de noventa minutos, Uruguay mandara en el marcador. No descansó y se exprimió al máximo para torcer la defensa peruana, pero no hubo manera. Unas veces por la falta de acierto, otras por el acierto de los zagueros rivales e, incluso, por la revisión que hizo el VAR de un tanto que no pudo subir al marcador por fuera de juego.

El delantero charrúa anotó a los 73 minutos rematando un centro con la rodilla, pero lo hizo en posición ligeramente adelantada y el colegiado anuló el tanto. El 0-0 se mantuvo hasta el final y Luis Suárez fue el responsable de lanzar el primer penalti que acabaría siendo el único no transformado. Disparó algo centrado y a media altura, facilitando el rechace de Gallese. Nada más concluir los lanzamientos desde los once metros, y con Perú en semifinales de la Copa América, Luis Suárez no pudo reprimir las lágrimas y empezó a llorar sobre el césped. Sus compañeros intentaron animarle sin éxito. El delantero acabó destrozado, muy afectado por haber sido el único futbolista de su selección que erró en su lanzamiento. A veces el fútbol puede ser muy cruel.