La pizarra de Pichi

El clásico del Camp Nou, con el espíritu del Bernabéu

El análisis de Pichi Alonso del clásico entre Barça y Real Madrid

11 probables de FC Barcelona y Real Madrid

11 probables de FC Barcelona y Real Madrid / sport

Pichi Alonso

Permítanme un dato sorprendente: ¿saben que al Barça se le da mejor los clásicos en el Bernabéu que no en el Camp Nou? El balance en las 10 últimas visitas al Bernabéu es el siguiente: 5 victorias, 2 empates y 3 derrotas. 21 goles a favor y 15 en contra. En el Camp Nou, el registro es algo más modesto: 4 victorias, 3 empates y 3 derrotas. En total, 17 goles a favor y 17 en contra. Cuanto menos curioso.

Analizando estas estadísticas y recordando estos partidos disputados, sí que es cierto que el Barça se ha mostrado algo más tímido en el Camp Nou que no lejos de él. En el Bernabéu, el Barça ha hecho daño con sus goleadas. En casa, las cuatro victorias azulgrana han sido siempre por la mínima. A veces, incluso, dando la sensación de levantar el pie.

Un Real Madrid muy necesitado. La clasificación no engaña y exige que el Real Madrid salga a ganar en el Camp Nou. Al conjunto de Zidane no le vale otro resultado que no le permita sumar los 3 puntos. La historia al revés: ¿recuerdan los años en los que el Barça necesitaba ganar a su eterno rival para dar una satisfacción a su afición y salvar la temporada? Poco más o menos lo que le sucede al Real Madrid actual.

Un elemento a tener en cuenta si se sabe dosificar. El Barça está en condiciones de jugar con tranquilidad, sin urgencias, buscando el manejo y la posesión del balón sin arriesgar. En contrapartida, al Madrid le pueden pesar los minutos y, en cierta manera, puede verse obligado a adelantar líneas. Escenario idóneo para los de Luis Enrique: el Madrid, en ataque estático, hace poco daño y el Barça, con espacios, sabe castigar a todos sus rivales.

Los peligros del Madrid. Los goles que el Barça ha encajado contra el Real Madrid, de forma mayoritaria, llegan por dos vías: a balón parado y buscando los espacios de las espaldas de los centrales. Salvo extremar la atención, poco más se puede hacer en el juego aéreo. La superioridad madridista es evidente, aunque el Barça ha mejorado muchísimo en este tipo de jugadas. En el resto de acciones, es necesario realizar un partido inteligente en campo contrario y tener controlados en todo momento a dos futbolistas capaces de castigar a Piqué o Mascherano. Atención a Bale y Cristiano en carrera. Respecto a Benzema, el francés acostumbra a insertarse entre líneas y es menos profundo.

Importante evitar pérdidas en acciones innecesarias y que puedan coger a la defensa desorganizada. El Barça no necesita asumir este tipo de riesgos frente a un Madrid muy tocado.

La batalla de los tres cuartos. Es una de las peleas que puede marcar el clásico. Por un lado, en esa zona ofensiva del Barça, los Iniesta, Messi, Neymar y compañía buscarán asociarse entre líneas en busca de pasillos interiores que pueden romper a la defensa del Real Madrid. En contra, además de la defensa blanca, ahí se perfila el trabajo de Casemiro. La ausencia del brasileño en el partido de la primera vuelta en el Bernabéu fue uno de los elementos que más se le recriminó a Rafa Benítez. Y es que el centrocampista es el futbolista señalado para aportar el músculo imprescindible con el que intentar frenar la magia del ataque culé.

A priori, parece muy complicado que Casemiro tenga la capacidad necesaria para sostener el equilibrio madridista durante los 90 minutos del encuentro. En uno u otro momento deben aparecer los huecos necesarios para romper la tela de araña madridista.

duelos desiguales. El equilibrio y la creación tienen un nombre propio: Sergi Busquets. El de Badía es referencia inequívoca para todo el equipo ya sea en la presión, el orden, la salida de balón y todo lo que haga falta. Su comparación madridista, en la figura de Casemiro, no tiene el mismo nivel.

La igualdad sí está más presente en los laterales: vocación ofensiva, aunque con matices. Cuidado con Marcelo cayendo por dentro, Alba siempre se decanta por llegar a la línea de fondo.

Y en ataque, nadie discute la capacidad goleadora de Cristiano, pero la presencia de Messi es mucho más decisiva, a título individual y colectivo. El desequilibro de Leo con balón es muy superior a un Cristiano necesitado de espacios. 

Por último, una referencia a Johan Cruyff. Un homenaje tan especial seguro que aportará un plus especial a una plantilla como la del Barça.