Cavendish escribe otra página histórica en la Biblia del Tour

El ciclista británico de 39 años gana la quinta etapa y supera con 35 victorias el viejo récord de Eddy Merckx conseguido entre 1969 y 1975.

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Cavendish hace historia en el Tour

Cavendish hace historia en el Tour / TDF

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

En Saint Vulbas, a 44 kilómetros al noreste de Lyon, se encuentra la central nuclear de Bugey, energía atómica a la que este miércoles se ha encomendado Mark Cavendish para escribir una nueva página de historia en la ya abultada biblia del Tour.

‘Cav’, como lo denominan sus compañeros, ‘sir’ Mark Simon en el Reino Unido, nacido hace 39 años en la isla de Man, de ahí su pasión por la velocidad sobre una bici, ya es el nuevo plusmarquista de victorias en la ronda francesa tras superar nada menos que a un alma divina de este deporte, Eddy Merckx, que hace 49 años se quedó con 34 triunfos, uno menos al conseguido por el corredor británico en la quinta etapa de este Tour.

En la misma pequeña ciudad de Saint Vulbas, poco más de mil habitantes, que lleva el nombre de un líder feudal medieval que acabó como santo por sus actos heroicos en el campo de batalla, la lluvia daba una tregua cuando entró el pelotón a toda pastilla, en una etapa llamada a convertirse en una guerra entre los héroes del esprint. Mathieu van der Poel iba tan rápido que su compañero Jasper Philipsen le perdió el contacto.

Fernando Gaviria, el velocista del Movistar, se buscaba la vida tratando de encontrar huecos que no existían para abrirse paso a la cabeza del pelotón. Era un caos, como casi siempre sucede en un esprint.

En eso surgió con esa energía atómica a veces tan discutida Cavendish olvidándose que va camino de los 40 para levantar los brazos. Tan fuerte esprintó que hasta se cargó el cambio de la bici. Lo festejó primero solo, después con los compañeros del Astana y al final con medio pelotón. Todos sabían que había hecho historia porque los récords deportivos, aunque sean de Merckx, siempre se han establecido para ser batidos, como un día, tal vez lejano le sucederá a Cavendish a no ser que Tadej Pogacar, líder del Tour, se empeñe en lo contrario y acorte los tiempos.

La apuesta de 'Cav'

“Fue una gran apuesta estar en este Tour. Quería ganar por lo menos una etapa y ya lo he conseguido”, dijo feliz, 16 años después de lograr la victoria, en 2008, cuando batió en otro esprint a Óscar Freire y a Erik Zabel, históricos velocistas y algo más de principios de este siglo. En París, 2022, se quedó a las puertas de superar a Merckx porque Wout van Aert salió al rescate de su famoso compatriota y lo batió en los Campos Elíseos.

Para sumar esta victoria Cavendish ha rodado todos los días, excepto el lunes en Turín con esprint y este miércoles camino a Saint Vulbas, rodeado por los compañeros del Astana. Para él, enemistado con las cumbres, algo más que un sufrimiento, tantas veces a punto de poner pie a tierra, este inicio tan duro de carrera era como correr con una cruz sobre la espalda. En apenas cinco etapas ya está a 1 hora y 37 minutos de Pogacar. Sólo cuatro ciclistas, entre ellos su eterno lanzador danés Michael Morkov, andan peor clasificados que él.

En Rímini, primer día de Tour, se miraba si Cavendish no llegaría fuera de control y con él buena parte del Astana; calor a doquier, lo refrescaban, lo animaban y le marcaban la ruta desde Florencia al mar Adriático.

Aleksandr Vinokurov, el dueño del equipo, el que busca ahora a un patrocinador chino para 2025, había dado órdenes de todo o nada, que ellos saben que no ganarán el Tour, que se lo jugaban todo a una carta, a que ‘Cav’ batiera el récord de Merckx, que por eso sigue en activo, por eso lleva dos años preparándose después de que el Quick Step (hoy Soudal) no lo alineara en 2022. Por eso, fichó por el Astana.

De 2023 a 2024

El año pasado estuvo cerca. El mismo día de su caída y abandono llegaban periodistas británicos al Tour dispuestos a escribir una gesta de Cavendish que ha tardado un año en suceder. Fue el triunfo de un mito, el que tiene en Netflix el documental ‘Imparable’ y el que cautiva más admiradores en tierras británicas que Chris Froome con los cuatro Tours en su poder.

“Al ganar sólo quería ver a mis cinco hijos. No voy a hacer locuras para celebrar la victoria porque quiero llegar a Niza y alegrarme de tener dos familias, la propia y mi equipo”, dijo un emocionado Cavendish tras escribir otra página en la historia del Tour.