Otra polémica celebración de Garnacho que acaba en ridículo

El Manchester United no levanta cabeza. Tras el empate de ayer contra el Galatasaray (3-3), los 'Red Devils' necesitan un milagro para clasificarse a los octavos de final de Champions. Además, pese a las buenos partidos que está haciendo Garnacho, parece que sus celebraciones provocativas hacia la grada rival no traen demasiado suerte al Manchester United.

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Alejandro Garnacho parece estar más enchufado que nunca. Tras su golazo de chilena contra el Everton en el pasado fin de semana, el futbolista argentino volvió a marcar contra el Galatasaray. Garnacho abrió el marcador en el minuto 11 para contestar a la bienvenida del infierno turco.

Sin embargo, el joven delantero del United volvió a protagonizar una celebración provocativa para la afición rival. Mientras miraba a la grada corriendo hacia el córner, Garnacho se puso la mano en la oreja haciendo el famoso gesto de "no os oigo". Este gesto fue seguido con la famosa celebración de Cristiano Ronaldo de "calma, aquí estoy yo". La celebración de Garnacho encendió a la afición del Galatasaray y, consciente de la provocación de su compañero, Antony tuvo que pedir disculpas a la afición en su nombre.

Aun así, parece que la celebración de Garnacho no llamó a la suerte. El Galatasaray acabó consiguiendo un empate que deja prácticamente eliminado al United, mientras que el conjunto turco se jugará la clasificación contra el Copenhague en la última jornada.

Del mismo modo que no es la primera vez que Garnacho emula a Cristiano Ronaldo en sus celebraciones, tampoco es la primera ocasión en que el argentino provoca a la afición rival y después el marcador final se vuelve en su contra. El ejemplo más reciente es el anterior partido de Champions en Copenhague. Garnacho mandó a callar a la grada danesa y el Manchester United acabó perdiendo.

Parece que los encaros del jugador argentino le salen caros al Manchester United. A los 'Red Devils' solo les vale una victoria contra el Bayern de Múnich y un empate entre el Copenhague y el Galatasaray para clasificarse a los octavos de final de Champions. Los de Ten Hag necesitan un milagro.