Jordi Cruyff: "Mi nombre no me permite cometer errores"

Ser el hijo de uno de los mejores futbolistas de la historia no es tarea fácil. Y menos en el caso de que te dediques al mismo deporte que tu padre, como le sucedió en su momento a Jordi Cruyff, el tercer y último hijo de Johan Cruyff. "A causa de mi nombre, no soy alguien que pueda cometer un error tras otro. Necesito estar preparado al 100% para cada paso que hago; solo tendré una oportunidad, así que debo utilizarla con mucho cuidado", explica el exfutbolista al diario británico The Guardian.

El exinternacional holandés colgó las botas en el Valletta FC, donde compaginó el papel de jugador y asistente técnico. Pero su etapa en los banquillos duró bien poco, solo dos temporadas, al reconocer que no se sentía cómodo en ese lugar.

A partir de ahí empezó su periplo como director deportivo en el AEK Larnaca. A su llegada en la temporada 2010/2011, el conjunto chipriota mejoró sus resultados, hasta el punto de ser el primer equipo del país en clasificarse para la Europa League en el curso 2011/2012.

Después de transformar el AEK Larnaca, llamó la atención del Maccabi Tel-Aviv, que llevaba nueve años sin conseguir el título de liga y desde la temporada 2004/2005 sin clasificarse para la fase de grupos de la Champions League.

Desde su llegada al club israelí, el equipo ha conquistado tres campeonatos domésticos de forma consecutiva, una Copa de Israel y una Copa Toto, aparte de volver a disputar la máxima competición europea más de una década después. "No me esperaba esto hace diez años, pero la vida y el fútbol siempre te sorprenderán", explica Jordi Cruyff.

En los tres cursos que lleva en el club, cada año ha tenido que buscar un nuevo entrenador porque es un club que abre camino a otras ligas. El primer año contó con el también exazulgrana Òscar Garcia, que se marchó al Brighton; después contrató a Paulo Sousa, que se fue al Basilea y después a la Fiorentina; en su tercera campaña contó con Pako Ayestaran, que ahora dirige al Santos Laguna mexicano; y actualmente el serbio Slavisa Jokanovic es quien entrena al conjunto israelí.

"Este es un club que tiende a ser un trampolín para los entrenadores, tienen éxito aquí y luego se trasladan a ligas mayores, por lo que necesita a alguien que se quede y esto se ve a largo plazo", comenta el director deportivo del Maccabi Tel-Aviv.

Pese al crecimiento del club, Jordi Cruyff cree que aún le falta mucho por mejorar. "Creo que hemos tenido éxito y que la Champions League es la cofirmación definitiva de que estamos en el camino correcto, pero nuestros resultados son una prueba clara de que todavía tenemos mucho por mejorar", analiza el exjugador del FC Barcelona.

El Maccabi Tel-Aviv no ha conseguido ningún punto en la fase de grupos de la máxima competición europea y ha encajado once goles en los cuatro partidos que ha disputado. "Es una lección clara de las cosas que nos faltan", apunta Jordi Cruyff.