De Bruyne desató la rabia acumulada en la Champions contra su 'enemigo' Courtois

[ { "insert": "Madrid, 9 may (EFE).- La Liga de Campeones nunca ha sido muy generosa con Kevin De Bruyne. Muchos recuerdan sus lágrimas cuando abandonó lesionado la final que perdió en 2021 ante el Chelsea con un tanto de Havertz. Aún no le ha dado un título, pero parece que la historia puede cambiar y el centrocampista belga dio el primer paso ante el Real Madrid con un golazo que dio vida al Manchester City. " } ]

Real Madrid - Manchester City | El gol de Kevin de Bruyne

De Bruyne empató el partido en el 67 de juego / TELEFONICA

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La Liga de Campeones nunca ha sido muy generosa con Kevin De Bruyne. Muchos recuerdan sus lágrimas cuando abandonó lesionado la final que perdió en 2021 ante el Chelsea con un tanto de Havertz. Aún no le ha dado un título, pero parece que la historia puede cambiar y el centrocampista belga dio el primer paso ante el Real Madrid con un golazo que dio vida al Manchester City.

Si en la primera parte fue Vinícius quien sacó el rifle, en la segunda De Bruyne hizo lo propio para nivela la balanza. Un error en una entrega de Camavinga, la poca intensidad de Rodrygo para corregir a su compañero y un robo de balón del City, dejaron la pelota en los pies del belga, que se sacó un zapatazo imposible para Thibaut Courtois. Recordar que los dos compatriotas, otrora amigos, dejaron de hablarse hace unos años por un lío de faldas. El portero y la ex del 'cityzen' protagonizaron un romance que dinamitó la convivencia de la selección belga.

Fue el décimo gol del Kevin De Bruyne esta temporada. Para un centrocampista, es una cifra más que aceptable. Junto a sus 24 asistencias en 44 partidos, dan lustre a un temporadón de uno de los jugadores clave para Pep Guardiola, que celebró el tanto de su jugador como un aficionado más.

Hasta ese momento, De Bruyne no había pasado desapercibido. Canalizó casi todo el juego del conjunto inglés. Fue la proyección de Guardiola en el terreno de juego y el City llegó a acaparar casi un 70 por ciento en la primera parte. Y, cuando menos dominaba el partido en la segunda, apareció para soltar un latigazo que entrará en la historia de los golazos que ha sufrido el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.

De Bruyne hizo lo que Haaland habría deseado. Fue el autor del tanto que da muchas opciones al City de acceder a la final. Para De Bruyne, su gol tiene un significado doble: está a un paso de cerrar el círculo y de pelear por segunda vez por un título que hace dos años se lo negó el Chelsea.

Entonces, salió del terreno de juego llorando por una entrada de Rüdiger, que ahora podría quedarse sin final por culpa del belga. Por eso, en dos años De Bruyne ha pasado de las lágrimas a la rabia, la que sacó a relucir con una celebración emocionante que puede valer una final.