Mourinho: "Aprendí a no llorar tras la derrota"

Mourinho en estado puro. Tras el batacazo de la Roma ante el Cremonese en Copa (1-2), el técnico de los giallorossi compareció en sala de prensa para anunciar que "aprendí a no llorar tras la derrota", y a continuación comenzar con una retahila de excusas y lloros que recordó al 'Mou' de los viejos tiempos en el banquillo de Concha Espina.

La primera queja, contra el calendario: "Nos cuesta jugar tres encuentros por semana", como si fuera su Roma el único equipo del mundo que ha de afrontar esas fechas. El de Setúbal dejó anoche en el banquillo a titulares habituales como Dybala, Smalling, Matic o Tammy Abraham, apostando por menos habituales y por jóvenes. Salió mal.

Segunda queja, las lesiones. "Los médicos del club me avisaron hace un par de días, y después de analizar los datos, que había riesgo de que pudieran lesionarse algunos hombres, y cuando te sientes así, tienes que proteger a esos jugadores. Dybala, Abraham o Matic no tenían que jugar", señaló.

Y como siempre, más excusas, en esta ocasión al estado del césped, pero antes incluso de que se estropee. Mourinho se puso todas las vendas del mundo antes de la herida al decir:  "¿Por qué jugaremos el sábado? El domingo hay rugby en el Olímpico, y el lunes el campo estará destruido. Eso es muy duro para los futbolistas, porque es difícil aceptar que no puedes jugar en tu propio estadio por otro deporte. Pero hablamos de Italia, es un deporte muy bonito el rugby... pero lamentablemente arruina el campo. Buena suerte para ellos".

Al menos, el técnico luso tuvo palabras para el equipo vencedor: "Enhorabuena a la Cremonese. Esta es una copa extraña, que penaliza a los equipos inferiores, y por eso tiene aún más mérito lo que han conseguido. Pagamos por una horrible primera parte. He aprendido a no llorar después de la derrota y a pensar en lo próximo". Del dicho al hecho...