Joshua Zirkzee, el impulsor de Motta en el Bolonia

Joshua Zirkzee es un futbolista especial. Un privilegiado que combina físico (1,93 metros de altura) con calidad técnica. Líder de un Bolonia que enamora con solo 22 años, el que fue una de las grandes apuestas del Bayern de Múnich hace unos años ha explotado definitivamente de la mano de Thiago Motta. Ahora, es el gran objetivo de los grandes equipos de Europa. Especialmente, de los que lo sufren cada semana, los 'peces gordos' de la Serie A.

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Tras abandonar las categorías inferiores del Feyenoord en 2017 rumbo al Bayern de Múnich, Zirkzee ha tenido que cargar desde muy joven con el peso de ser visto como el próximo gran delantero de los Países Bajos. Y aunque la suerte no le acompañó demasiado en el arranque de su carrera, ahora vive una realidad muy distinta.

LA GRAN APUESTA DEL BAYERN DE MÚNICH

No tuvo muchas oportunidades con el conjunto bávaro. Subió al primer equipo en 2020, pero solo acabó jugando 17 partidos en los que marcó cuatro goles y repartió una asistencia. Sí que participó algo más con el filial, con el que firmó seis tantos y nueve pases de gol en 32 choques.

Desde entonces, cesión tras cesión. Primero, se uniría al Parma en enero de 2021 para pelear directamente por sobrevivir en la Serie A, pero solo pudo jugar cuatro partidos, todos ellos entrando al campo desde el banquillo, tras seis meses marcados por varias lesiones. Sumó un total de 109 insuficientes minutos de juego, que no le dejaron demostrar todo lo que podía aportar.

EXPLOSIÓN EN BÉLGICA

Después se marchó cedido al Anderlecht, donde pudo volver a disfrutar del fútbol. En la temporada 2021/22, en Bélgica, disputó más de 3.000 minutos repartidos en 47 partidos. Marcó 18 goles y repartió 13 asistencias que llamaron la atención del Bolonia del gran Sinisa Mihajlovic. Apostaron por él y lo ficharon a cambio de 8 millones de euros, de cara al curso 2022/23, regresando al Calcio.

Zirkzee firmó por cuatro años, hasta junio de 2026, y el Bolonia lo blindó con una cláusula de rescisión de 40 millones de euros. El mal arranque del Bolonia propició la destitución de Mihaljovic y Motta se puso al mando del equipo, que acabó noveno a pocos puntos de alcanzar puestos europeos. Sin embargo, eclipsado por un goleador nato como Marko Arnautovic, no tuvo mucha participación. 21 partidos en los que pudo marcar dos goles y repartir dos asistencias.

PROTAGONISTA CON MOTTA

Pero bajo las órdenes de Motta, que afronta su segunda temporada en el Bolonia, se ha visto su mejor versión. La madurez que muestra sobre el campo es impropia para un futbolista de su edad. Ofrece la 'frescura' de los jóvenes, pero toma decisiones como si tuviera más experiencia en la élite. Puede jugar de referencia ofensiva, por su gran finalización con ambas piernas, pero también por detrás del nueve, gracias a su visión de juego.

Es inteligente, tanto dentro como fuera del área, con una capacidad técnica envidiable teniendo en cuenta su imponente altura (1,93 metros). Lo más interesante de él es que además de finalizar las ocasiones, también es capaz de generarlas. Implicado en la creación de juego, también es muy importante desde el pase y ayuda mucho a conectar al equipo. Es el enlace entre el ataque y en la defensa. Y encontrar todo eso en un futbolista de su talla y edad es prácticamente imposible.

Clave en el increíble curso de un Bolonia que quiere estar en la pelea por puestos europeos hasta final de temporada, su vuelta al país transalpino le ha sentado de maravilla. Más allá de sus increíbles cifras, nueve goles y cuatro asistencias en 23 partidos, sin una pieza tan inteligente como Zirkzee sería mucho más complicado aplicar el 4-2-3-1 que propone Motta.

¿POSIBLE REGRESO A MÚNICH?

El Bayern, que no quería desprenderse al cien por cien de Zirkzee, se guardó un 50% de una futura venta y una opción de recompra de entre 20 y 25 millones de euros. Ahora mismo, su valor en 'Transfermarkt' es de 30 'kilos'.

Además, ha llamado el interés de los grandes de Italia, según medios del país. El Milan quiere ficharlo en verano. Su entrenador, Setfano Pioli, destacaba lo siguiente sobre él: "Es un gran jugador. Lo he seguido desde sus tiempos en el Bayern de Múnich y en el Parma. Lo tiene todo: físico y calidad". El Nápoles, por su parte, estaría pensando en él por si sale Victor Osimhen.

Pero, tras su espectacular año en el cuadro dirigido por Motta... ¿Se puede dar un regreso a Múnich para tener la importancia que no tuvo en su paso por el Allianz?