El Inter salva un punto 'in extremis' antes de recibir al Real Madrid
X. Serrano
Resbalón inesperado del Inter antes de medirse al Real Madrid. El cuadro ‘nerazzurro’ sufrió para salvar un punto ante el Parma, que tomó ventaja con dos zarpazos de Gervinho. A falta de juego, el equipo de Conte tiró de garra para igualar el encuentro por mediación de Brozovic y Perisic. Y hasta pudo llevarse el triunfo en el último tiro del partido. Así son los interistas, nunca se rinden.
Serie A
INT
PAR
Inter |
---|
Handanovic; De Vrij, Ranocchia, Kolarov; Hakimi (Young, 78'), Barella (Nainggolan, 78'), Gagliardini (Brozovic, 59'), Darmian (Pinamonti, 68'); Eriksen (Vidal, 59'); Lautaro y Perisic. |
Parma |
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Sepe; Grassi (Brugman, 84'), Iacoponi, Gagliolo, Pezzella; Hernani, Balogh, Kurtic (Sohm, 74'); Kucka; Cornelius (Inglese, 46') y Gervinho (Cyprien, 74'). |
La vida sin Romelu
El Inter extrañó sobremanera al lesionado Lukaku. No solo por sus goles, también por su papel como generador de juego. Sin él, el cuadro lombardo se instaló en el atasco. Desde el inicio los pupilos de Conte monopolizaron el cuero, muy lejos de transformar su dominio en goles. Los ‘nerazzurri’ coleccionaban posesión y saques de esquina. Generar peligro era harina de otro costal. En toda la primera mitad, el Inter sorprendió al Parma en dos centros laterales que Perisic y Hakimi remataron a bocajarro por encima del larguero.
Tras el descanso, Gervinho dilapidó el guión del encuentro. Hernani dibujó con la zurda un pase bombeado y medido para la carrera del marfileño, que de primeras y con el interior de la bota mandó el cuero a la cruceta. Handanovic se quedó petrificado. Golazo.
El Inter no encontraba respuestas. Lautaro, ofuscado, negado de cara a portería. Eriksen, desaparecido. Conte acudió a Vidal para zarandear el partido y cayó el segundo. De nuevo pase profundo para la carrera y definición de Gervinho, hasta vez por bajo, para superar a Handanovic. A falta de fluidez, los 'nerazzurri' lograron recortar distancias en un tiro ajustado de Brozovic desde fuera del área.
Por delante, media hora de puro asedio. El Inter se hartó a colgar balones al área del Parma, que se aferraba con uñas y dientes al resultado. Venga a despejar balones. Siempre aparecía un jugador visitante. Y si no, Sepe tiraba de reflejos para salvar un cabezazo a bocajarro de Ranocchia. Fue así hasta que en el arreón definitivo, Perisic cabeceó a la red el 2-2 final. Un resultado que habría sido distinto si Vidal hubiera acertado a rematar a puerta el último tiro del partido. Así es el Inter, un equipo que pese a sus defectos jamás se rinde. Que tome nota el Real Madrid.
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