Se interrumpe el Hoffenheim-Bayern por insultos contra el presidente local

El Bayern, contra sus aficionados en pleno partido tras sacar una pancarta contra el presidente del Hoffenheim

El Bayern, contra sus aficionados en pleno partido tras sacar una pancarta contra el presidente del Hoffenheim / SPORT.es

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Momento histórico el que se vivió en el Rhein-Neckar-Arena de Hoffenheim. En un escaso lapso de tiempo, el estadio alemán vivió la cara más oscura y la más esperanzadora del deporte rey. En el minuto 77 y con 0-6 en el marcador, el colegiado Christian Dinglet decidió interrumpir el encuentro por los reiterados insultos y mensajes ofensivos dirigidos al accionista mayoritario del conjunto local, Dietmar Hopp

Desde el Bayern, el mensaje fue unánime: reprender a este grupo de aficionados. El primero, el técnico Hans-Dieter Flick, que salió disparado como un resorte en dirección a los ultras. A él se unieron pesos pesados del vestuario como Alaba o Thiago. Poco a poco, llegaron otros jugadores. La consigna era la misma, pedían a los hinchas que cesaran en su vergonzoso comportamiento. 

No acabó ahí la cosa. Leyendas históricas del club y actuales pesos pesados de la directiva como Hasan Salihamidžić y Oliver Kahn también bajaron al césped para mostrar su rechazo. En la grada, el presidente del BayernKarl-Heinz Rummenigge, se acercó al presidente local y le mostró su apoyo.

El partido ya se había interrumpido durante escasos minutos sobre el 65' de partido. Pero en aquella ocasión, la mediación de Flick había permitido que los hinchas cesaran en sus insultos y se reanudara el encuentro. No pasaría así en esta ocasión. El colegiado se mantuvo firme en su decisión y los jugadores se dirigieron al túnel de vestuarios. Ahí permanecieron durante un cuarto de hora, juntos, también con el cuerpo técnico y los directivos de ambas entidades. 

Pasados más de 15 minutos, los jugadores regresaron al terreno de juego. Se reanudó el encuentro, pero no la competición. Los jugadores de ambos equipos jugaron un rondo por todo el campo hasta el pitido final. Tras la finalización del encuentro, Rummenigge saltó al verde junto a Hopp. Se dirigieron a un fondo del estadio, acompañados por los jugadores de ambos equipos y se fundieron en un aplauso hacia los hinchas locales. Veremos si se toman las medidas adecuadas.