La vida cotidiana de Messi en Arroyo Seco

SPORT estuvo con Lionel en Argentina, donde el jugador se está recuperando de su lesión muscular

Mientras la 'Messimanía' se encuentra a punto de cocción, el canterano pasa los días en su país, alejado de la prensa y del acoso de los fans, mientras familiares y amigos le cobijan y custodian en el afán de verle feliz, relajado y sin la presión que sintió en las últimas semanas en la Ciudad Condal, cuando sólo pensaba en chutar un balón lo antes posible para reincorporarse a las exigencias de la competición de alto rendimiento. SPORT estuvo con él desde su llegada a Argentina y fue testigo de sus charlas en familia y de su trabajo a doble jornada junto al recuperador blaugrana y el kinesiólogo de la albiceleste.

Con la ciudad de Rosario convulsionada por el regreso del hijo pródigo, en el primer día en Argentina, los Messi tomaron el recaudo de llevar a Lionel al campo para preservar su intimidad y mantener la frescura del reencuentro con los suyos. Tras un breve desayuno en la ciudad deportiva IA AFA y un encuentro fugaz y casual con la plantilla juvenil albiceleste, Messi se fue a Arroyo Seco, un pueblecito ubicado a unos 35 kilómetros del centro rosarino para comenzar su trabajo de recuperación.

Allí, la rutina es invariable: se levanta alrededor de las 8, desayuna lo que le prepara su madre 'Puchi' y parte junto a su padre Jorge, el recuperador blaugrana Juanjo Brau y el kinesiólogo Jorge Chino Fernández hacia una localidad llamada Pueblo Esther, una comuna de apenas 20 kilómetros cuadrados habitada por 5.212 personas. El lugar, ubicado sobre la ribera del río Paraná, fue cuna de inmigrantes italianos que aún hoy caminan por la tradicional plaza de la Parroquia de la Virgen de Guadalupe. En ese contexto, Lionel realiza la primera tanda de ejercicios físicos. Al mediodía, Messi regresa con su familia a Arroyo Seco y disfruta de un almuerzo casero, duerme una siesta y se prepara para la segunda jornada de tareas. Así es su vida estos días en Argentina.