liga bbva: fc barcelona - valencia

Un triunfo para arreglar el bloqueo

Tras muchos análisis, el vestuario cree que hay que recurrir a lo más simple, a lo más primario. Es una empanada de la que se sale con una victoria

Albert Masnou

Hay inquietud, dudas, incredulidad y en muchos casos decepción (<strong>Alves no da esa impresión</strong>), pero no desesperación. El vestuario del Barcelona vive una situación complicada al ganar un solo partido de los últimos cinco. Y, para más inri, esa victoria ante el Atlético de Madrid no le ha 

servido de nada. El grupo no entiende cómo se puede pasar a una racha así después de encadenar una de 40 partidos sin perder. Le dan muchas vueltas sin saber qué responderse. Todos se lo preguntan, desde Messi al utillero, el caso ha sido motivo de debate en corrillos sin que nadie logre encontrar una contestación de peso.

Luis Enrique es quien más se remueve en el asiento buscando argumentos para encontrar la solución, pero mueve la cabeza sin saber qué responder cuando le preguntan por las causas del bajón. “Infinidad de razones” dice ante la prensa sin saber precisar más. O se va por los cerros de Úbeda.Tanto en privado como en público, defiende que los datos que desprende el GPS de entrenamiento de los jugadores muestran mejores números incluso que a estas alturas de la pasada temporada. Descartado el tema físico ha analizado el ambiente en el vestuario y los responsables no encuentran nada especial. “Igual que antes”, dice un peso pesado. “Los que eran amigos lo siguen siendo y los que tienen una relación más fría pues sigue estando ahí. Todo sigue igual que hace un mes. Y que hace medio año”, dicen. Así se negaba la teoría de cabreo de Messi con Luis Enrique por haber alineado a Rafinha en Anoeta.

Luis Enrique solo entiende este bajón desde su experiencia como futbolista, la que le lleva a desdramatizar cualquier problema para dejarlo todo en “una empanada” o, como buen amante del ciclismo, “en una pájara”. Luis Enrique no es prolífico en análisis profundos porque sabe que el fútbol muchas veces es solo instinto. Y es por ahí que ve el final del túnel. “Esto es un momento pasajero, que ha llegado en la peor fase de la temporada, y que se arregla jugando partidos y logrando victorias”, indica en privado. “Esto se soluciona ganando al Valencia”, concluye. “Es un bloqueo puntual del que, entiende, se sale de la forma más simple de todas”. Y así es cuando, después de darle muchas vueltas, el equipo ha decidido dejar de hacerlo para que pase a ser el balón el que le de una respuesta.