De Supercopa a Supercopa: Así se ha fraguado el cambio de ciclo

De enero del 2022 a enero del 2023 ya se puede calibrar la transformación que Xavi ha realizado en el Barça. La plasmación ha llegado en forma del primer título, la Supercopa de España, durante largos 12 meses que tuvieron un punto de inflexión precisamente en el torneo de Arabia hace justo un año. El equipo dio síntomas de cambio pese a perder ante el Madrid en semifinales (3-2), que podía salirse del agujero si Xavi desarrollaba su proyecto. Un año más tarde se ha comprobado que el cambio de ciclo está en ciernes de ser una realidad.

Xavi no lo tuvo nada fácil para levantar a un equipo que tras caer en la Supercopa sufrió otro duro golpe con el KO en la Copa del Rey ante el Athletic en San Mamés. La Liga quedaba como tabla de salvación y el objetivo de alcanzar un puesto para la Champions League era imprescindible.

El mercado de invierno ayudó con la llegada de Aubameyang, Adama Traoré, Dani Alves o Ferran Torres, que dieron aire fresco al equipo. Coutinho salió y se inició una regeneración que se completó en verano gracias a las palancas económicas.

Exhibición en el Bernabéu

Antes de eso, el Barça reaccionó en la Liga con diez partidos consecutivos sin perder, incluido un 0-4 en el Bernabéu. Pero entonces llegó un parón internacional y se cruzó el Eintracht de Frankfurt en la Europa League. Una piedra en el camino que acabó por desviar la buena dirección de los barcelonistas.

Las derrotas consecutivas en la Liga frente al Cádiz y Rayo Vallecano en casa dilapidaron las opciones de acercarse al título de Liga, aunque el Barça como mínimo pudo amarrar el segundo puesto después de un empate en Getafe en la penúltima jornada de Liga.

Verano movido

El objetivo de mínimos se había conseguido, pero Xavi pidió cambios. La reestructuración debía ser profunda. Salieron hasta 14 jugadores: Mingueza, Lenglet, Umtiti, Dest, Alves, Aubameyang, Braithwatie, Luuk de Jong, Pjanic, Riqui Puig, Adama, se traspasó al joven Jutglà al Brujas, se cedió a Nico al Valencia y se vendió de forma definitiva a Coutinho al Aston Villa.

Las palancas permitieron fichajes de enjundia. El Barça se rascó el bolsillo para fichar a Kounde (50 millones), Raphinha (55) y Lewandowski (45). Una inversión de 150 millones por tres futbolistas para marcar la intención de volver a forjar un equipo con aroma a campeón.

Christensen, Kessie, Bellerín y Marcos Alonso llegaron con la carta de libertad para completar una plantilla en la que los jóvenes han ganado peso. Balde puede considerarse un fichaje más, mientras que Pedri y Gavi se pueden considerar ya dos líderes del equipo.

Xavi tuvo un equipo más a su medida, con Busquets, el renovado Sergi Roberto y Alba liderando el vestuario, a los que se ha sumado un recuperado Ter Stegen. Piqué renunció a continuar viendo su papel residual y el conjunto fue tomando cuerpo para ser cada vez más competitivo, sobre todo en la Liga.

Líderes de la regularidad

En el torneo de la regularidad, los números son espectaculares. El FC Barcelona es líder, con tres puntos más que el Madrid, y con solo haber dejado escapar dos empates (Rayo y Espanyol) y la derrota en el Bernabéu. Con seis goles solo encajados, la mejoría atrás y las paradas de Ter Stegen han sido fundamentales.

La Champions League volvió a ser fatídica por segundo año consecutivo y habrá que ver la reacción en la Europa League con la difícil eliminatoria ante el Manchester United en el punto de mira. Sin embargo, la experiencia de la temporada pasada se tiene muy en cuenta y la Liga es la prioridad. La Europa League no debe ser un punto capital para los blaugrana para que no se repita un caso como el del Eintracht.

La Copa del Rey pinta también mejor con la eliminatoria de octavos de final en Ceuta, colista del Grupo 1 de Primera Federación. El Barça no renunciará a ninguna competición y la Supercopa ganada después de 21 meses de sequía de títulos se ha celebrado como debía.

Las perspectivas son optimistas. La Liga ilusiona después de tres años sin ganarla. Sería una manera de marcar de forma nítida un cambio de ciclo. La travesía en el desierto puede haberse acabado en Arabia, el mismo sitio desde donde se arrancó.