Sevilla tiene un color especial para Messi

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Montella sabía que pocas veces se medirá a un Barça tan vulnerable: sin Busquets, cansado tras el parón FIFA sin Messi... Casi le salió bien el cálculo en el Sevilla-Barça (2-2) de la Liga 2017/18, pero dos goles y todo un tiempo de ventaja no es sufiente si al final puede jugar el 'D10S'. Por cierto, Leo está ‘OK’ para la Roma.

La manía se vuelve ‘quejío’

Algunos critican una manía muy culé, la de celebrar las hazañas de Leo Messi lamentando el día -esperamos que aún muy lejano- en el que Leo Messi ya no se enfundará la camiseta del Barça. Noches de pasión futbolística como la de este sábado justifican esta ‘psicopatía’ blaugrana.

Pasan los años, caen los récords y los títulos y las imágenes de goles inolvidables colapsan el disco duro de la memoria colectiva del barcelonismo. Y el lamento se convierte en ‘quejío’ cuando la última hazaña del ‘D10S’ ocurre en Semana Santa, en el corazón de Sevilla, en el Sánchez Pizjuán.

Leo es el culpable

Uno afila el lápiz pero no escapa a la metáfora fácil y roza la irreverencia. Leo es el culpable. En un duelo intenso, con muchos minutos de ida y vuelta, en el que el  Sevilla le dijo al Barça a qué y cómo se jugaba, fue la aparición del argentino la que revolucionó el duelo y le dio la vuelta.

Montella sabía que el rival llegaba tras un exigente parón de selecciones, sin Busquets, con varios jugadores importantes muy cansados y sobre todo, con Messi entre algodones. Intentó aprovechar al máximo esta ventaja y casi le salió bien: Cuando Leo entró en juego, mandaban en el campo y en el marcador.

No fue suficiente. Con el rosarino de por medio, siempre hay algo que se escapa a cualquier libreta. Si Argentina queda desnuda sin su capitán, como demostró España días atrás, el Barça cambia el esmoquin por el mono de trabajo cuando no puede contar con él.

Pichichi ante la víctima favorita

Leo consiguió su gol 26 en la Liga (el que hace 30 en 32 partidos contra el Sevilla, su víctima favorita) y sigue líder sólido del Pichichi y en la carrera por la Bota de Oro. 

El ‘efecto Messi’ va mucho más allá. Hace mejores a sus compañeros, individual y colectivamente e intimida al rival hasta bloquearlo. El premio para el Barça fue mantener su racha como líder sin conocer la derrota en la Liga, a uno del legendario récord de la Real Sociedad de 1980.

Aunque la mejor noticia para la ‘Gent blaugrana’, más allá del empate, es que el ‘D10S’ está listo para recibir a la Roma en la Champions.