Los madridistas perdieron los papeles

Sergio Ramos agredió a Messi, a Puyol, a Xavi...

El defensa reflejó su impotencia con patadas y puñetazos...

Tomàs Andreu

Se veía venir con el desarrollo de la segunda parte. Y Sergio Ramos tenía todos los pronunciamientos para erigirse en el lamentable protagonista de la impotencia que asolaba a los madridistas.

En los compases finales, y acentuado el baile azulgrana, el defensa andaluz no pudo contenerse más y sacó a pasear esos 'tics' violentos y antideportivos que a menudo le acompañan en los momentos más críticos. Sergio Ramos perdió los papeles y asestó una tremenda patada a Messi, cuando ya le había superado y no tenía una sola opción de disputar el balón.

Era acción de roja directa. Puyol, como buen capitán, le recriminó la acción y, en respuesta, en vez de disculparse optó por lanzar una mezcla entre un manotazo y un empujón. Ya con la tarjeta roja encima, tampoco se avergonzó por su actitud. Insultos y actitud desafiante le acompañaron en su camino hacia la ducha. Los 'violentos' Xavi e Iniesta fueron otras víctimas de su comportamiento bochornoso.

Sergio Ramos sí tenía un motivo como mínimo para justificar su desequilibrio. Y es que no hay que olvidar una de las grandes frases del técnico Mourinho. ¿Recuerdan el tono provocador del luso aludiendo a que el Barça acostumbra a finalizar los partidos jugando contra diez, en superioridad numérica? Pues sí, una vez más, Mourinho acostumbra a tener razón. Y, en caso de duda, siempre hay un Sergio Ramos dispuesto a todo.