Sergi Roberto, el coleccionista de botas

Las botas de Sergi Roberto, de un naranja chillón, iluminaron el Camp Nou cuando el partido ya había traspasado la línea que separa la realidad de los milagros. El Barça estaba eliminado y, de repente, resucitó. El certero golpeo del de Reus convirtió aquellas botas en una pieza de coleccionista que, a día de hoy, descansan en casa de Sergi Roberto. El futbolista las guarda con mimo, consciente de que son un tesoro único, uno de los objetos que sirven para explicar la historia reciente del club blaugana: “Recuerdo que le di con el exterior de la bota y un poco con el empeine”.

Aquel calzado naranja chillón se unió a otros pares de botas que el blaugrana conserva de los casi doscientos partidos oficiales que ha disputado con la primera plantilla. A Sergi Roberto le gusta coleccionar esas piezas que le ayudan a recordar momentos importantes de su carrera. Las botas con las que marcó el sexto gol al PSG, el que culminaba una remontada imposible, es uno de ellos. Pero el canterano ha vivido ya muchos otros.

Sergi Roberto también guarda las botas blancas que lució el 10 de noviembre de 2010, el día que debutó oficialmente con el Barça, en la vuelta de los dieciseisavos de la Copa ante el Ceuta, en el Camp Nou. Uno de los pares más especiales que tiene en su particular colección son los que calzó en el Santiago Bernabéu el día que Leo Messi puso patas arriba Chamartín con un 0-2 definitivo en la ida de semifinales de la Champions, el 27 de abril de 2011. Eran blancas con un ribete amarillo. El de Reus debutó en el torneo entrando en el descuento. Tampoco olvidó conservar las botas con las que marcó su primer gol en el primer equipo, un 6 de diciembre de 2011, en el 4-0 al Bate Borisov en el último partido de la fase de grupos de la Champions. Aquellas botas también eran blancas, aunque lucían un ribete azul en la parte posterior.