Semana grande

El Barça se juega LaLiga en siete días entre el duelo de hoy en San Mamés y el clásico del próximo domingo

Xavi recupera a Lewandowski para lograr los tres puntos y colocarse a nueve del Madrid

Lewandowski entrena con el grupo

Lewandowski entrena con el grupo / FCB

Dídac Peyret

Dídac Peyret

En medio del ruido del caso Negreira, Xavi trata de blindar al equipo. Lo sabe el club y lo tiene claro el técnico: ganar LaLiga se ha vuelto todavía más imprescindible para que el Barça respire. “No nos van a desestabilizar”, avisó ayer el técnico en la previa de una semana grande que empieza hoy en San Mamés.  

El Madrid no se desentendió ayer de Laliga y presionó por partida doble. En el campo, con su victoria ante el Espanyol (3-1), que lo deja a seis puntos. Y en los despachos, tras anunciar para hoy una reunión de carácter urgente para decidir los pasos a seguir sobre el caso Negreira. La tensión alrededor del club es cada vez mayor, mientras el equipo trata de focalizarse en lo deportivo. Y eso pasa por ganar hoy al Athletic (21.00 horas) y en siete días al Madrid en el Camp Nou. “Va mucha Liga. Serían seis puntos trascendentales. Llega la hora de la verdad, donde nos jugamos los títulos”, recordó ayer Xavi.

La primera prueba será en San Mamés, un estadio que ha sido históricamente un reto para el Barça. Los números siguen siendo muy favorable al Athletic pero, desde que estrenaron el nuevo estadio, los azulgrana han equilibrado el balance: seis victorias, dos empates y seis derrotas. Las mejor noticia para el conjunto azulgrana es el regreso de Lewandowski, que se ha perdido los dos últimos partidos. 

El factor ‘Lewy’

La ausencia del polaco en los últimos partidos, a la que hay que sumar la de Ousmane Dembélé, ha dejado entrever una verdad incómoda. El Barça tiene un once titular de primer nivel, pero le está costando que los suplentes igualen el nivel. El conjunto azulgrana tiene mucha dependencia del instinto goleador del polaco y el desequilibrio del francés. Raphinha, a pesar de su irregularidad, ha sido el más fiable las últimas semanas. Pero peor lo están pasando Ansu y Ferran Torres, que necesitan goles para desbloquearse. Lo reconoce Xavi, que insiste que, a pesar de que los números no acompañan, su trabajo para el equipo está siendo bueno. 

Ambos apuntan hoy al banquillo si el técnico recupera la fórmula de los cuatro centrocampistas. Parece lo más probable por el escenario -la exigencia de San Mamés- y el rival: un equipo que acumula muchos jugadores por delante del balón e imprime una gran intensidad a los partidos. Xavi seguirá sin poder contar con los lesionados Dembélé y Pedri, que son duda también para el clásico. El francés lo tiene muy difícil y el canario no está descartado. En San Mamés vuelve Gavi tras cumplir sanción, pero Xavi pierde a Araujo, su gran puntal para la defensa. Además el técnico cuenta con varios condicionante para hacer la alineación: Busquets, Raphinha, Ferran Torres y Kessie están a una sola tarjeta de la suspensión, por lo que, si hoy alguno ve amarilla, se perderá el clásico del domingo. 

Un futuro con Xavi

Xavi ya avisó ayer que le da la misma importancia al partido de hoy que al clásico y que no reservará a nadie. El técnico también ha sido noticia esta semana por las palabras de Laporta, que anunció que le gustaría renovarle. El egarense, de momento, solo quiere mirar a corto plazo, porque sabe cómo puede cambiar el fútbol en cuestión de semanas. Más aún en un Barça que, a pesar de dar pasos adelante en lo deportivo, convive con un ruido institucional que amenaza al primer equipo. 

Ayer Xavi bromeó cuando la preguntaron si podía ser el nuevo Ferguson, una proyección que se tomó con humor, consciente de que resulta imposible pensar a largo plazo en un club como este. Su discurso hace semanas que no cambia: hay que aferrarse a esta Liga. El técnico sabe que el club necesita con urgencia buenas noticias. Una vez ganada la Supercopa, y tras las decepciones europeas, todo pasa por LaLiga y la Copa. Xavi siente que existe una oportunidad real para lograrlo y no la quiere desaprovechar.