El Rey no abdica

La Copa es para el Barça una de las pocas referencias que le conecta a su pasado más glorioso

Al equipo no le sobra nada y jugadores como Jutglà o Nico, en otros tiempos debutantes coperos, deben tirar hoy del carro

Linares - FC Barcelona | Dembélé puso la tranquilidad con este gol desde fuera del área

Linares - FC Barcelona | Dembélé puso la tranquilidad con este gol desde fuera del área / RFEF

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Hace más de diecisiete años, un 27 de octubre de 2004, el Barça cayó ante la Gramenet en su debut en la Copa aquella temporada. Esa fue la tercera vez que los blaugrana eran eliminados por un Segunda B. Antes habían obrado el milagro el Novelda (2002) y el Figueres (2001). Xavi Hernández disputó los noventa minutos en las tres eliminatorias. El Linares, club que milita en la Primera RFEF (antigua Segunda B), estuvo cerca de unirse a ese selecto club que ha plantado cara al Rey de Copas en su primera participación. Xavi evitó ayer durante el descanso recuperar viejos fantasmas, evitó que el Barça abdicara del trono.

El campeón regresó a la Copa prácticamente como la dejó el año pasado, cuando necesitó tres remontadas y otras tantas prórrogas para acabar goleando al Athletic en la final. Nada es fácil en el Barça desde hace tiempo, pero sigue resistiéndose a desconectarse del, a día de hoy, única referencia que le mantiene unido a sus etapas más gloriosas. La Copa servía no hace tanto para completar tripletes y dobletes; ahora es el sustento que permite seguir adelante, el combustible con el que seguir construyendo el proyecto de Xavi sin caer antes al pozo más oscuro de los perdedores.

No sobra nada

Al Barça, hoy, no le sobra nada. En los tiempos de la exuberancia, Jutglà, Ilias, Nico o Mingueza empezaban a foguearse en el debut copero. Hoy deben tirar del carro como el resto, como si suya fuera la responsabilidad última del éxito o el fracaso. En los tiempos del Covid y las vacas famélicas, todo lo que hay en la despensa sabe a caviar. Todo cuesta y nada es fácil, pero el Barça sigue siendo el Rey y abdicar no está en los planes. Sin la Champions y con LaLiga convertida en un oasis lejano que hace imposible llegar a ella, queda la Europa League, a día de hoy un acto de fe, y, sobre todo, queda la Copa del Rey, ese torneo en el que todo está por hacer..

El mes de enero debe servir a Xavi para seguir sumando fieles a su proyecto con partidos como el de ayer, del que sacará sus propias conclusiones. Todo ellos mientras el club busca la manera de seguir, por su parte, sumando calidad al equipo para, en un futuro no lejano, poder asumir retos más ambiciosos e ilusionantes que la Copa del Rey. Mientras ello no ocurra, el monarca de la competición no tiene intención de dimitir.