La reunión clave en la que Xavi dijo basta

Xavi soltó la bomba tras caer ante el Villarreal en Montjuïc. Durante la rueda de prensa posterior explicó las razones que le han llevado a tomar la decisión de dejar de ser entrenador del Barça el próximo 30 de junio, un año antes de que acabe su contrato con el club. Obviamente, los acontecimientos precipitaron que anunciara su marcha tras una derrota dolorosa y complicada de digerir, aunque el técnico lo tenía claro desde hacía semanas después de meses de profunda reflexión.

Xavi: la historia de un desencanto

El proceso hasta decir basta ha sido largo, pero algunos momentos han sido claves para entender la postura de Xavi, que solo había compartido su idea con su esposa, Núria Cunillera, hasta que convocó en su domicilio particular a su círculo más íntimo el pasado miércoles 17 de enero. Solo habían pasado tres días desde que el Barça cayera en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid.

Además de su pareja, también acudieron al encuentro su hermano y segundo entrenador blaugrana, Òscar Hernández, su representante, Fernando Solanas, y su jefe de prensa, Edu Polo. Xavi expuso que llevaba tiempo meditando dejar el banquillo culé al acabar la temporada y que la decisión era firme e irrevocable. A partir de ahí, entre todos consensuaron que esperarían el momento adecuado para hacerla pública y se valoraron escenarios como la clasificación para la final de la Copa del Rey o el pase a semifinales de la Champions.

Evitar un final traumático

Finalmente, todo ha acabado yendo mucho más más rápido de lo previsto, aunque era cuestión de tiempo que Xavi lo comunicara, primero al club, y después a los medios de comunicación. Siempre con la antelación necesaria para que los responsables deportivos de la entidad tuvieran tiempo para gestionar su relevo. El técnico explicó durante la reunión que las críticas no solo le estaban afectando a nivel profesional, sino también familiar y que tenía la sensación que cada día que pasaban eran más feroces. Quería evitar a toda costa un final como el que vivió Ronald Koeman. Por el bien de todos.

A modo de anécdota, nos explican que, durante la reunión, TV3 informó de que Thiago Motta era uno de los nombre que Deco tenía encima de la mesa como recambio de Xavi en el banquillo: "¿Veis como esto no puede acabar bien?", dijo a sus interlocutores.