El jugador ha demostrado una gran capacidad de adaptación

Rakitic, el centrocampista esponja

Ivan Rakitic lidera la clasificación de pases de la Liga (226) y fuera del campo ya ha encontrado casa en Barcelona  

Ivan Rakitic triunfa en el nuevo Barça

Ivan Rakitic triunfa en el nuevo Barça / sport

Dídac Peyret

En ocasiones a Ivan Rakitic (Möhlin, 26 años) le da por hablar de él en tercera persona del singular. Un acto semiconsciente que puede atribuirse a cierto narcisismo habitual en personas que se tienen en alta estima. "Yo vengo a dar el fútbol de Ivan Rakitic, lo mío", asegura ante el aluvión de comparaciones, algunas tan 'vintage' como la de Schuster.

Los que le conocen, sin embargo, destacan la generosidad con el grupo de un tipo que, eso sí, posee una gran seguridad en sus posibilidades. "Es un jugador que tiene una autoestima muy alta y domina las situaciones. Funciona bien bajo presión y coge peso rápidamente ahí donde va", recuerdan en Sevilla.

En el club hispalense llegó en el mercado de invierno de la mano de Monchi y el técnico de entonces, Gregorio Manzano, no dudó en hacerle un hueco en el equipo en tiempo récord. "Como futbolista es una esponja. Tiene una gran adaptabilidad", asegura Óscar Arias, secretario técnico del Sevilla, para explicar el encaje exprés del croata en el Barça.

El retrato robot de Monchi

Para la mano derecha de Monchi, el Rakitic ofrecía el perfil que se busca en un club de las características del Sevilla. "Aquí buscamos futbolistas antes de que irrumpan; jugadores que dejan entrever cosas importantes, pero que aún no han explotado, porque no tenemos la capacidad económica de otros clubes. En Alemania, ya era un futbolista de grandes condiciones. Un jugador completísimo que dominaba todos los registros. Va bien de cabeza, recupera bien, es pasador... Su progresión en los últimos años ha sido muy grande".

En el Sevilla era el futbolista bisagra. En sus años en el Sánchez Pizjuán se adaptó a las necesidades del equipo en un 4-4-2 en el que ocupó el doble pivote, la banda y la mediapunta. Fueron años de búsqueda y experimentación en los que, a excepción de una segunda temporada muy irregular, fue uno de los pilares del equipo.

La afición sevillista rápidamente se familiarizó con un futbolista que transmitía energía, se esforzaba con el idioma y encajaba como un guante en el nervio contragolpeador del equipo.

Lejos de los campos de fútbol era conocida su afición a la arquitectura (hizo prácticas en el estudio de arquitectos que diseñó el Allianz Arena de Múnich) y su talante religioso. "Es un chico muy directo, muy transparente. Y tiene carácter, pero es un trozo de pan. Muy disciplinado. Quiere recibir la misma seriedad que él se toma su trabajo", explica Miquel Sors, uno de sus agentes. El debate sobre qué posición debía ocupar en el campo fue una de las chácharas del Pizjuán, aunque fue como mediapunta cuando ofreció su repertorio más celebrado.

"Tiene esa polivalencia, se adaptaba. No era un problema, era una virtud. Sabe jugar en función de la posición. Es un tipo receptivo en todos los sentidos; fíjate que ha cogido el acento andaluz [risas]. Aquí, cuando había que ir a un acto no tenía nunca problemas. Es un líder natural", intercede Arias.

Es por eso que su impacto inmediato en el Barcelona no ha sorprendido a nadie en Sevilla. Tampoco los elogios que ha recibido por su compromiso defensivo, un aspecto muy comentado entre sus nuevos compañeros. "No me ha sorprendido, porque todos sabíamos de la calidad que tiene. Es un jugador espectacular, muy fuerte físicamente y que domina las dos piernas", señala Iniesta. También Luis Enrique anda encantado con el croata: "Tiene hambre de ganar cosas y una presencia física que nos viene bien".

Buscando su sitio

Sé que no puedo regatear como Messi ni saco la pelota como Iniesta o Xavi. Aporto otras cosas. Una parte de mi juego es el chut desde fuera, las jugadas a balón parado, la fuerza física. No me gusta que hablen de mí, quiero ser Ivan Rakitic", insiste el croata en cada comparencencia ante los medios. Luis Enrique le ha dado el mando del equipo y su respuesta ha sido formidable: suma 226 pases en dos encuentros (el primero en este apartado) en un Barça que lidera la clasificación, según datos de la LFP con 1.625.

"La adaptación está siendo perfecta. También con la ciudad, donde ha contado con la familia desde el primer día", asegura Sors, uno de sus representantes. Su entorno se encarga estos días de la mudanza a un piso del barrio de Sant Gervasi tras varias semanas de hotel. En el campo, la hinchada disfruta de un medio total, capaz de liderar la anunciada remodelación con el peso del '4' a la espalda, todo un reto. n