La presión acompaña al Barça en Ipurua

Los blaugrana buscarán en Eibar saborear de nuevo una victoria

Los blaugrana buscarán en Eibar saborear de nuevo una victoria / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Ipurua acoge hoy el sexto partido entre el equipo local, el Eibar, y el Barça. Todos los precedentes han acabado con victoria blaugrana. Los números son contundentes: 21 goles a favor y solo cuatro en contra. Si entre los más escépticos queda alguna duda entre el diferente potencial de ambos, las únicas dos visitas culés al conjunto armero acabaron 0-4.

Todo parece estar preparado, así, para vivir una especie de ‘déjà vu’ entre el líder de la Liga y el séptimo clasificado, a un punto de Europa. Y, sin embargo, nada invita a pensar en una tarde plácida para el grupo de futbolistas dirigido por Ernesto Valverde. La ventaja al frente de la clasificación sigue siendo importante y solo el Atlético ha aguantado el tirón del líder, pero los colchoneros han sabido aprovechar los dos empates consecutivos ante Espanyol y Getafe para situarse a siete puntos. Tres partidos son muchos cuando quedan quince jornadas, pero todo todo lo que ocurre acaba siendo producto de un estado mental. Y ahí está la clave del encuentro que disputarán Eibar y Barça. 

la presión existe

Los blaugrana, por primera vez esta temporada, afrontan una jornada de Liga conscientes de que no pueden fallar. Empatar ante el Espanyol entraba dentro de las posibilidades, pero hacerlo ante el Getafe no estaba contemplado en la hoja de ruta de la plantilla. Ese 0-0 es el que convierte el duelo en Ipurua en mucho más trascendente de lo que los números parecen indicar. De lo que pase ante el Eibar depende que las tablas ante los de Bordalás sean solo un tropiezo o algo más que una piedra en el camino

La presión, una palabra que ha sonado poco esta temporada en el entorno blaugrana, ha vuelto. Lo ha hecho tímidamente, pero ahí está, esperando detrás de la puerta, intentando colarse en busca del protagonismo que siempre tiene en un club como el Barça. De Messi y compañía depende darle portazo. Y eso solo sucederá si regresan a Barcelona con los tres puntos. Cualquier otro resultado no solo abrirá una vía en la Liga que intentará explorar Simeone, sino que haría aflorar las dudas intrínsecas al barcelonismo que, a día de hoy, viven aletargadas por los excelentes resultados de una temporada inmaculada cuyo único lunar fue la Supercopa de España ante el Real Madrid. No ganar sería la peor manera de viajar a Londres el martes para enfrentarse al Chelsea.

volver al 2016

Será la tercera jornada consecutiva que el Barça juegue a las 16:15, un horario que no inquieta a Valverde, al que, eso sí, le hubiera gustado jugar el viernes y, como los ingleses, tener un día más de descanso. Los dos últimos partidos de Liga acabaron en empate, algo que ocurrió también esta temporada en las jornadas 13 y 14 ante Valencia y Celta. Los blaugrana no han encadenado con Valverde tres partidos sin ganar. La última vez que se dio esa circunstancia fue el 3 de diciembre de 2016 (hace más de un año), con Luis Enrique, después de tres empates en las jornadas 12, 13 y 14, ante Málaga, Real Sociedad y Real Madrid. Ipurua, hace un par de semanas, aparecía en el horizonte como un desplazamiento fútil, pero el fútbol lo ha convertido en una cita trascendental