Plan de choque en el Barça

Los más críticos con la imagen ofrecida en el Reale Arena han sido Xavi y los propios futbolistas

La plantilla, pese al mal partido, sale reforzada por la victoria y convencida de pelear la Liga hasta el final

La derrota ante el Real Madrid dejó muy tocado al equipo y se trabajará para recuperar el tono

Pedri, feliz, tras volver a pisar un terreno de juego 71 después de lesionarse

Pedri, feliz, tras volver a pisar un terreno de juego 71 después de lesionarse / FCB

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça llegó a San Sebastián dispuesto a pasar pasar página de la derrota ante el Real Madrid en el clásico, un partido que los blaugrana merecieron ganar y cuyo resultado dejó muy tocado al equipo anímicamente. Xavi detectó en el ambiente la enorme decepción que había supuesto perder el primer partido de la temporada, hacerlo en casa, ante el eterno rival y, además, de la forma que se produjo. De ahí que, durante la semana previa a visitar a la Real Sociedad, el técnico reforzara las charlas a nivel colectivo e individual e insistiera en todo aquello que había que mejorar para recuperar las mejores sensaciones.

Tuvo la semana limpia y la aprovechó para realizar un trabajo muy intenso con los futbolistas, a los que les insistió en la necesidad de olvidarse del clásico y centrarse en el duelo ante los donostiarras. El cuerpo técnico explicó a la plantilla todo lo que iba a encontrarse en Anoeta desde el primer minuto: presión alta, un ritmo frenético y una intensidad incondicional por parte del conjunto de Imanol Alguacil. De ahí que la gran mayoría de los ejercicios realizados se centraran en la presión tras pérdida, lograr una salida de balón eficiente y, sobre todo, igualar la energía del rival. Sin embargo, nada de ello ocurrió y la Real Sociedad fue superior en todos esos aspectos.

El vestuario cree que la victoria en Anoeta ayudará a superar el bache anímico que supuso perder el Clásico

Xavi encajó desconcertado la puesta en escena de su equipo porque, a la hora de la verdad, todo lo que habían hablado y trabajado durante la semana parecía no haber servido de nada. El Barça era incapaz de ganar un solo duelo y el balón le duraba poquísimo. De ahí que los primeros análisis tras el encuentro en Donosti apunten a un tema anímico, a una especie de bloqueo consecuencia, aún, de la derrota ante el Real Madrid. Entienden en el vestuario también que el debate "exagerado" que generaron las palabras de Gündogan no ayudó a mantener la calma y aislarse del ruido exterior, pero sí a unir al vestuario.

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"Aquí no hay ni un solo jetas"

Rechazan de forma categórica, por otro lado, la falta de exigencia o de implicación de parte del vestuario. Y aseguran que "aquí no hay ni un jetas, ni uno solo, estos futbolistas están absolutamente implicados en el proyecto y se ve en cada entrenamiento". Es precisamente este aspecto el que permite al vestuario mantenerse optimista de cara a lo que está por venir porque, más allá de un mal partido, la temporada marcha bien. El equipo está sabiendo responder a la plaga de lesiones de futbolistas titulares, dos de ellos "imprescindibles" para la propuesta futbolística de Xavi: Pedri y De Jong.

Pedri y De Jong son "imprescindibles" en la idea de juego que tiene Xavi

En ese sentido, explican desde dentro que, en cierta manera, ganar de la manera que lo hizo el Barça ante la Real Sociedad supone una inyección de moral y confianza, que es la mejor medicina para levantar el ánimo. La prueba está en cómo celebraron los futbolistas el gol de Ronald Araujo. Son conscientes de que deben mejorar muchas cosas, pero que victorias así ayudan a cohesionar al equipo. El compromiso de todos es incondicional y ahí Xavi no tiene "ninguna queja de nadie".

Gavi y Lewandowski celebran un gol con el Barça

Gavi y Lewandowski celebran un gol con el Barça / Agencias

Pese a que el calendario, tanto de clubs como de selecciones, no da tregua, el técnico tiene previsto aprovechar todo el tiempo que tenga durante esta próxima semana para reforzar en positivo el trabajo diario con los futbolistas a todos los niveles. Están previstas charlas individuales con jugadores y también sesiones de vídeo. Son conscientes de que para muchos la presión que supone jugar en el Barça es algo nuevo y de que no es fácil aislarse de un entorno que lo fiscaliza absolutamente todo.

Más allá de la autocrítica imprescindible realizada a nivel público y también, de forma muy especial, en privado, el mensaje al vestuario será en positivo, reconociendo la actitud y el esfuerzo de los futbolistas, animándoles a seguir peleando por todo. El análisis de Xavi, como así demuestra en sus comparecencias, va más allá del resultado o de un mal día en concreto porque no quiere ni puede dejarse llevar por el ruido que se genera alrededor del equipo.