'Pichi' Alonso obró el milagro con un histórico 'hat trick'

El Barça tenía el reto de rectificar la humillación que le había infligido el semiprofesional Göteborg sueco

Aquella noche, los cien mil aficionados que abandonaron el Camp Nou sobre la media noche sólo tenían un pensamiento: conseguir una entrada para la final de Sevilla del 7 de mayo en el Sánchez Pizjuán. Todo el mundo daba por hecho que el Barça estaba a sólo tres semanas de conquistar su primera Copa de Europa porque destrozaría a un desconocido Steaua de Bucarest.

Y ese sentimiento optimista, esa euforia desmedida, se desató gracias a Angel 'Pichi' Alonso, condenado al banquillo durante buena parte de su etapa como blaugrana y que en su noche más inspirada como goleador firmó frente al Göteborg un 'hat trick' para la historia.

El Camp Nou fue una caldera el 16 de abril de 1986. El barcelonismo se había conjurado para propiciar el milagro justo después de que finalizara el partido de ida de la semifinal. Quince días antes, sobre el irregular terreno de juego del estadio Ullevi, un grupo de semiprofesionales suecos había humillado a las estrellas blaugrana con un rotundo 3-0 que les dejaba prácticamente eliminados. Torbjörn Nilsson tuvo el cuarto en el minuto 78 pero Javier Urruti y el poste conjuraron el peligro; también el Barça pudo maquillar la paliza cuando Marcos Alonso envió su remate a la escuadra en el 86, pero las cosas se quedaron al final como estaban.

Por tanto, tocaba convocar arrebato en el Estadi. Los jugadores del Barça se encargaron de hacer hervir la caldera y los pesos pesados del vestuario pidieron a la afición que llenara las gradas.

Mientras, el entrenador Terry Venables tenía bastantes más problemas. Bernd Schuster, la principal estrella del equipo, estaba con fiebre y jugó muy mermado físicamente. Y Steve Archibald, el delantero centro en el que había confiado durante toda la temporada, se encontraba lesionado.

El técnico inglés recurrió a Angel 'Pichi' Alonso pese a que no confiaba en él. Pero estaba escrito que el delantero de Benicarló, que había tenido pocas opciones durante sus tres años y medio en el club, se merecía tener su día de gloria en blaugrana antes de dejar la entidad.

El Barça salió a por todas y a los nueve minutos cayó el primero. Calderé envió un balón en profundidad para 'Pichi' que se internó en el área y batió por raso a Wernesson. El Estadi enloqueció y apretó de lo lindo pero el primer tiempo acabó con un triunfo por la mínima y un gol anulado al Göteborg por fuera de juego.

Al Barça se lo comía el cronómetro y, para colmo, a Schuster se le acababa la gasolina y era sustituido por un joven Pedraza. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar porque en seis minutos increíbles, Alonso equilibró la eliminatoria. Primero, a los 63 minutos en una jugada calcada en la que recibió un pase en profundidad de Migueli. Después en el minuto 69 cuando remató de cabeza un centro del 'Lobo' Carrasco que antes había protagonizado una de sus típicas jugadas.

Lo más difícil estaba hecho, pero quedaba el punto final y aún le tocó sufrir al Barça. El Göteborg aguantó hasta el final del partido y durante toda la prórroga, en parte porque los blaugrana también bajaron el pistón.

Tocaba ir a la lotería de los penalties y ahí volvió a salir el genio del gran Urruti que primero le detuvo el quinto lanzamiento a Ronald Nilsson y a continuación transformó el suyo que también era el quinto del Barça. Con 4-4 se llegó a la 'muerte súbita': el que fallaba, quedaba eliminado. Mordt tiró a las nubes su penalty y el Barça consiguió el milagro tras casi tres horas de sufrimiento.