El orgullo de Santacatalina

Centrocampista de corte defensivo, con carácter y personalidad, lució brevemente la camiseta del Barça en 1940. El mar y el fútbol fueron dos de sus grandes pasiones

Fue reclutado por el legendario Agustí Sancho y pidió la baja tras un enfrentamiento con el entrenador, Josep Planas

Nicolás Santacatalina defendió la camiseta del Barça entre mayo y noviembre de 1940

Nicolás Santacatalina defendió la camiseta del Barça entre mayo y noviembre de 1940 / FCB

David Salinas

David Salinas

Seguramente, de los muchos jugadores que han defendido la camiseta del FC Barcelona y del Valencia, Nicolás Santacatalina es uno de los más desconocidos para la afición azulgrana. Centrocampista de grandes condiciones físicas, valiente, batallador y fogoso, actuó en Les Corts después de la guerra. Esta es su historia.

Nicolás Santacatalina Ferreres nació el 10 de agosto de 1919 en Canet d’en Berenger (Valencia). Su apellido, relatan Conrado Marín y Miguel Ángel Serer en el Diccionario del CD Castellón −En el escudo de tu historia−, lo heredó de su padre Eustaquio, que “siendo un bebé fue depositado en el vestíbulo de la iglesia de Santa Catalina de Alzira. Y como fue acogido allí le pusieron como nombre el santo del día y como apellido el del majestuoso monumento alcireño”. Aunque su deporte favorito era la natación −el mar lo hechizó desde pequeño−, se inició en el fútbol gracias a su hermano mayor Manuel, jugador del Valencia la temporada 1934-35, fallecido a temprana edad como consecuencia de una neumonía provocada por una ducha fría.

Criado en Port de Sagunt, sus primeros pasos los dio en la UD Grao cuando su familia se trasladó a Castellón después de la guerra civil. Fichó por el Castellón recomendado por el exárbitro Rafael Tamarit Falguera y alternó el fútbol con el trabajo familiar: faenar en el mar.

Captado por la comisión asesora

Las cualidades de Santacatalina no pasaron desapercibidas por los integrantes de la Comisión Asesora de Fútbol del FC Barcelona, encargada de reclutar jugadores. Uno de sus integrantes, el olímpico Agustí Sancho, baluarte en la llamada “Edad de Oro” del equipo azulgrana, recomendó el fichaje de ‘Colás’ tras ser informado de la presencia del jugador en un Sabadell-Castellón de Liga y observar sus prestaciones. Su demarcación natural era la de volante derecho.

Santcatalina, que jugaba en calidad de amateur (sin ficha federativa), llegó gratis al Barça, que le pagó una prima de fichaje de 1.500 pesetas más otras 500 mensuales. Debutó el 19 de mayo de 1940 en un Barça-Atlético Palma (7-0) y disputó su último partido el 3 de noviembre de ese año, de Liga y con derrota en Les Corts contra el Espanyol (2-3). Formó línea con Rosalén y Franco, también con Benito.

Precisamente, tras la derrota en el derbi, el entrenador Josep Planas, descontento con su labor, lo señaló delante del vestuario y aseguró que no volvería a alinearlo. Santacatalina, cuentan Marín y Serer, “agarró de las solapas al míster, teniendo que separarlos sus compañeros”. El jugador solicitó la baja, que le fue concedida en junio de 1941. Tiempo después, hablando del incidente, aseguró que “hubo palabras fuertes”. Tenía 22 años y “no podía conformarme por un capricho del técnico”.

Regresó a Castellón la temporada 1941-42 y formó una de las mejores medulares del equipo albinegro junto a Guillén y Santolaria. En el verano de 1944 fichó por el Sabadell después de declararse en rebeldía. Con el equipo arlequinado, que pagó 165.000 pesetas por sus servicios, vivió el descenso de Primera a Segunda la temporada 1944-45 pero también el ascenso de Segunda a Primera el curso siguiente (1945-46). Jugó otro ejercicio con el Sabadell (1946-47) y fichó por el Valencia, donde formó una gran línea media con Puchades la temporada 1947-48. En los dos primeros ejercicios apenas jugó por culpa de una lesión.

Con el Valencia protagonizó episodios que dejaron huella, narrados en el "Libro de Platino del CD Castellón", de José María Arquimbau, como el sucedido en un duelo contra el Athletic en San Mamés: chocó con Panizo en un duelo aéreo que le costó 12 puntos de sutura y lo primero que hizo cuando regresó al terreno de juego fue interesarse por el jugador vasco. En Tarragona, en un partido contra el Nàstic, el Gobernador Civil, presente en la tribuna, hizo parar el encuentro para que se atendiera Santacatalina, que incluso sangrando no permitió que se le atendiera... Y en Alicante fue detenido por llevarse las manos a sus partes después de ser insultado desde la grada y ser visto por la esposa del Gobernador Civil...

De vuelta a casa

Sus últimos partidos los disputó con la camiseta del Castellón la campaña 1952-53, todos correspondiente a la Promoción para permanecer en Segunda División, objetivo que el equipo albinegro no alcanzó en un grupo integrado por el Recreativo, Alicante, Cartagena y Tomelloso.

‘Colás’ no dejó el fútbol y siguió ligado al Castellón como ojeador y ‘espía’ de futuros rivales, pero regresó a sus orígenes en el Grau, donde siguió vinculado a las faenas del mar para pasar, posteriormente, a ser transportista de pescado.

Su legado deportivo lo siguió su hijo Emilio Ramón, que militó en el filial castellonense y falleció en un accidente de tráfico en 1972. Tenía 23 años. Uno de sus sobrinos, David Navarro, natural del Port de Sagunt, central sólido y con presencia, fue campeón de Liga, de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa con el Valencia. También defendió las camisetas del Mallorca, Neuchatel, Levante y Alcorcón. Santacatalina falleció en Castellón el 22 de julio de 2004.