Un 'once' definido y de mentalidad ganadora

El Barcelona ha ganado su vigesimocuarta Liga en la última jornada pero es el que más se lo ha merecido. Ha superado todos los obstáculos con un once donde el tridente ha tenido un papel destacado

Luis Enrique ha sabido mantener la armonía

Luis Enrique ha sabido mantener la armonía / sport

Carles Fité

Ganar una Liga es fruto de 38 jornadas y 10 meses de trabajo. La victoria final es la recompensa a una trayectoria llena de obstáculos que tienes que ir haciendo frente a medida que pasan las semanas. El Barça se ha proclamado campeón por 24ª vez en su historia y lo ha hecho en la última jornada pero siendo el que más lo merecía. Muchos son los nombres propios que acompañan a este título. El primero es sin duda el de Luis Suárez. Ha roto el binomio de Messi y Cristiano de los últimos seis años logrando ser Pichichi. Y además logrando la cifra mágica de 40. Marcando goles decisivos, como en el Bernabéu, pero sobre todo porque más allá de sus tantos ha destacado por su sacrificio, liderazgo y lucha. Suárez ha sido la parte humana de un tridente extraordinario. El que ha sabido ponerse el mono de trabajo cuando ha hecho falta y sacar ese punto de rabia cuando era necesario. 

Y muy cerquita de Luis Suárez hay que situar a Leo Messi. El mejor jugador de la historia también debe aparecer en letras de oro en la consecución de este título. El Barça goza ahora del Messi más maduro de su carrera. De un jugador que ya está por encima del gol. Que se ha hartado de los premios individuales pero no de ganar. Que ha entendido que los títulos colectivos también le dan felicidad y no se cansa de tener el estómago lleno y la estantería repleta. El Messi más generoso de su vida ha sido clave. Un detalle: el día del Sporting pitan tres penaltis y estando Messi en el campo no chuta ninguno. Esto hace un año hubiera sido impensable. Pero el argentino es feliz haciendo feliz a los demás. Y la tercera pata del tridente también merece mención especial. Neymar a pesar de haber estado más irregular de lo esperado también tuvo su papel destacado sobre todo cuando Messi estuvo lesionado un par de meses. Queda lejos pero no hay que olvidar que el Barça esta temporada goleó y vapuleó al Real Madrid en el Bernabéu con un equipo liderado por Neymar mientras Messi sonreía feliz desde el banquillo. Debe mejorar algunos aspectos, como forzar una tarjeta a la carta para viajar a Brasil al cumpleaños de su hermana. Tuvo altibajos pero en la recta final de temporada ha vuelto a renacer. Neymar puede terminar liderando este Barça pero todavía debe seguir aprendiendo de sus dos compañeros de ataque. Lo bueno es que nunca se arruga.

Es el Barça del tridente porque ellos tres han marcado 90 de los 112 goles en Liga. Espectacular. Y detrás tienen al resto del equipo que suma. Luis Enrique ha apostado claramente por un solo once que ha modificado cuando no ha tenido más remedio. Excelente en la portería, aprobado alto en los laterales aunque con mucho margen de mejora y sobresaliente en los centrales. Destacando a Piqué. Un líder sin ser capitán. Ha vuelto a su mejor momento de forma. Busquets, Rakitic e Iniesta han formado un centro del campo inusual en el Barça. Su papel no ha sido el de construir todo el juego blaugrana porque la verticalidad directa hacia el tridente ha hecho que se hayan dedicado más a cubrirles las espaldas que a construir. Pero a pesar de sus altos y bajos los tres han respondido con un notable más que alto. Decepción con Arda Turan y sorpresa con Sergi Roberto por su redescubrimiento como jugador del Barça.

Y en el banquillo Luis Enrique se ha encargado de no molestar. De dejarse de inventos e intentar no tocar aquello que funciona. La preparación física se ha resentido, aunque a él le molestara el tema, pero es obvio que tirar del mismo grupo de jugadores durante todo el año tiene sus consecuencias. Pero ha encontrado la fórmula: encomendarse al tridente. Y de momento ya le han dado un triplete y ahora una Liga que han sabido disputar hasta el final. Porque este equipo también ha demostrado esta gran calidad. Mentalmente son muy buenos. Son ganadores. Esa es la mejor herencia que tiene el barcelonismo. No es tanto el modelo, que va variando, ni la cantera, que está estancada. Es la mentalidad ganadora de estos últimos 25 años. Por eso se han ganado 14 Ligas en este período. Sin duda la herencia de Johan Cruyff.