La niebla no frenó al Barça en el Metropolitano

El equipo azulgrana, dirigido por el húngaro Ferenc Platkkó, se impuso al equipo rojiblanco en enero de 1956 (0-2)

Los goles fueron obra de Tejada y Areta II

El Metropolitano presentó una estampa más londinense que madrileña en el Atlético-Barça de enero de 1956

El Metropolitano presentó una estampa más londinense que madrileña en el Atlético-Barça de enero de 1956 / Vida Deportiva

David Salinas

David Salinas

Hubo un tiempo en el que ganar un partido de Liga en feudo rojiblanco era misión irrealizable para el FC Barcelona. Durante 16 temporadas, entre la 1939-40 y la 1954-55, el equipo azulgrana cosechó 10 derrotas y seis empates. La última victoria databa del 9 de febrero de 1936 y hasta el 22 de enero de 1956 no se rompió la mala racha... El equipo de Ferenc Plattkó, mítico cancerbero de la Edad de Oro, se impuso por 0-2 en una tarde marcada por la espesa niebla que se dio cita en el Metropolitano madrileño.

El Barça del irlandés Patrick O’Connell había sido el último en ganar en terreno colchonero: 0-3 en febrero de 1936 con un hat-trick de Josep Escolà, el catedrático del fútbol. A partir de entonces, ni el propio O’Connell (en Chamartín) ni otros siete entrenadores barcelonistas lograron sumar los dos puntos: Pepe Planas (en Vallecas), Ramón Guzmán (en Vallecas), Pepe Nogués (dos partidos −el primero en Vallecas−), Pepe Samitier (tres), Enrique Fernández (tres), Ferdinand Daucik (cuatro) y Sandro Puppo no pudieron regresar a Barcelona con una victoria en el Metropolitano.

Coincidencia

El primer triunfo liguero en campo rojiblanco, curiosamente, lo había firmado el Barça de Plattkó la temporada 1934-35 (1-3) el 23 de diciembre de 1934. Y fue otra vez su Barça, en su segunda etapa al frente del equipo, el que rompió una sequía de 16 temporadas sin saborear las mieles del triunfo. Ni el equipo de Samitier, campeón de Liga la temporada 1944-45, ni el del uruguayo Fernández, vencedor en 1947-48 y 1948-49 ni el de Daucik, que cantó el alirón los cursos 1951-52 (el Barça de las Cinc Copes) y 1952-53 fueron capaces de cambiar la dinámica en feudo rojiblanco.

El Barça, que venía de tres victorias consecutivas −Espanyol, Cultural Leonesa y Real Sociedad−, sumó la cuarta en un partido que empezó a resolver en el minuto 9 con un gol de Justo Tejada. En la segunda mitad sería Areta II el autor del tanto que sentenció el choque en el minuto 55. Cabeceó certeramente un centro de Luis Suárez.

Biosca y Ramallets fueron una muralla infranqueable para el Atlético de Madrid en un duelo marcado por la densa niebla que se dio cita en el Manzanares

Biosca y Ramallets fueron una muralla infranqueable para el Atlético de Madrid en un duelo marcado por la densa niebla que se dio cita en el Manzanares / Vida Deportiva

Esteban Areta fue un delantero, natural de Pamplona, que llegó al Barça en la primavera de 1954 procedente del Oviedo e integraba una conocida saga futbolística. Su padre Serafín jugó en Osasuna y en el Patria de Zaragoza; su hermano −también Serafín− destacó en el Athletic y Areta III −José Luis− pasó por el Xerez, Osasuna, Athletic y Sevilla. Hubo también un Areta IV −Jesús María−, que jugó en el Mestalla y en Osasuna. 

El equipo de Plattkó se comportó como un bloque sólido y homogéneo en defensa y vertical y creativo en ataque, pese a la niebla, que restó colorido al duelo, especialmente en la segunda mitad. La bruma, más propia de una tarde londinense que madrileña, llegó a ‘ocultar’ el marcador y el campo, excesivamente blando, acabó convirtiéndose un barrizal. El Atlético, por su parte, acusó las bajas de Miguel y Molina, el ala derecha de su delantera titular.

Reacciones

El árbitro, Pérez Blanco, pese a tener prohibido realizar declaraciones después del partido, aseguró en las páginas de ‘Marca’ que la niebla, que restó visibilidad a todo el mundo, no perjudicó su labor: “En absoluto. En realidad, fue un partido fácil”.

Se le cuestionó también por dos posibles penaltis en el área azulgrana en el primer tiempo, ambas acciones por mano. “Fueron involuntarias... ¡Qué más puede desear cualquier árbitro que tener la oportunidad de pitar penaltis contra el equipo forastero! ¡Es lo más sencillo! ¡Pero tienen que existir esos penaltis, naturalmente!”, aseguró.

El Barça formó con Ramallets; Seguer, Biosca, Gracia; Bosch, Segarra; Tejada, Villaverde, Areta II, Suárez y Manchón. El Atlético de Madrid, por su parte, jugó con Pazos; Martín, Herrera, Verde; Buendía, Cobo; Soutó, Peiró, Escudero, Agustín y Collar.

En el equipo azulgrana no se alineó Kubala, que fue duramente cuestionado tras una derrota contra el Athletic en Les Corts (1-2) a mediados de diciembre de 1955, llegándose a publicar poco después que iba a pedir la baja...

El Barça de Plattkó mantuvo las opciones de ganar la Liga hasta el final, aunque pasó a depender del Athletic en las dos últimas jornadas después de caer en San Mamés (1-0) el 8 de abril de 1956. El título se lo llevó el equipo vasco por un solo punto de diferencia sobre el conjunto catalán (48-47).