Momento Ansu Fati

Después de participar en los siete primeros partidos, el canterano podría estrenar titularidad en Liga frente al Elche en el Camp Nou

Xavi ha insistido en que hay que ir con pies de plomo y que tratan de cuidarlo mucho y, tras la etapa inicial, quizás ha llegado la hora de dar un paso al frente

Ansu ha labrado una buena relación con Lewandowski

Ansu ha construido una buena relación con Lewandowski / AFP

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

El caso de Ansu Fati merece una atención especial. Cuando sufres una ristra de varapalos emocionales tan duros como los que ha vivido el canterano, hay que trazar un plan. Una hoja de ruta en la que debe primera la salud física del futbolista, primero, y el dar todos los pasos correctos para recuperarlo también mentalmente. Porque el perder el miedo es algo tan sumamente complicado como alcanzar tu pico máximo de forma y de confianza. Y, tras un inicio en el que Xavi y el staff han dosificado y administrado al dedillo los minutos del hispanoguineano, quizás es el momento de dar un paso al frente.

El Barça ha disputado hasta ahora siete partidos oficiales. De ellos, Ansu tan solo fue titular frente al Viktoria Plzen. Jugó 64'. En los otros seis, ha empezado desde el banquillo. Y ha participado en todos ellos. 31'-27'-30'-17'-64'-19'-11'. Esa es la secuencia de minutos de los partidos del atacante. De hecho, los dos últimos encuentros contra Cádiz y Bayern han sido en los que menos incidencia ha tenido. En total, 199 minutos en los que ha marcado dos goles y dado dos asistencias. Eso significa que cada 50' aproximadamente o marca o da una asistencia. Nada mal.

ELCHE, UN BUEN ESCENARIO

La visita del Elche al Camp Nou se antoja una oportunidad maravillosa para que el atacante siga acumulando minutos. Más aún antes del parón de selecciones, que le servirá para poder seguir fortaleciendo y trabajando pensando en una temporada larguísima. Ya veremos si con Mundial de por medio o no. El jugar en casa, con espacios, y frente a un rival que a priori saldrá a agazaparse. Escenario propicio.

En cualquier caso, el plan con el jugador sigue sin precipitación alguna y con el objetivo único e indivisible de que vaya desapareciendo ese temor a recaídas y ganando en intensidad y ritmo de partidos.