La mano de Iñaki Peña salvó al Barça en Mestalla

Iñaki Peña volvió a ser clave en Mestalla. Como contra el Rayo en Vallecas y el Oporto y el Atlético en Montjuïc. En el segundo minuto ante el Valencia, tras un error de concentración de la defensa del Barça, sacó una mano providencial para evitar el gol de Roman Yaremchuk y que los azulgranas tuvieran que remar en contra ya desde el inicio. Una actuación muy notable del alicantino, que poco pudo hacer para evitar el empate de Guillamón.

El Barça falla y estalla en Valencia

Tras una gran jugada de Diego López, que se escapó por la banda izquierda, el delantero ucraniano recibió un balón en un pase atrás, controló y, libre de marca -no llegó Araujo a despejar el esférico con la pierna- buscó el primero con un chut raso que iba directo para dentro. Lo acabó salvando Peña para evitar ese primer gol tempranero en contra que había sufrido el Barça contra el Granada, el Alavés y el Amberes.

Ese toque de atención disparó las alertas y activó, de inmediato, la reacción de los de Xavi, conscientes de que se trataba de una 'final'. Empezaron a dominar, a controlar el encuentro, con un juego más reconocible que en los últimos partidos -con la excepción del Atlético, que fue otra cosa-, y a merecer los tres puntos en uno de los campos más complicados de la Liga.

SEGURO CON BALÓN Y EN EL JUEGO AÉREO

Se mostró Iñaki muy metido durante todo el encuentro, calmado, seguro con los pies, en la salida de balón y también en el juego aéreo. Después de encajar cuatro goles del Girona y tres del Amberes, necesitaba el alicantino un partido así para recuperar la confianza en un momento clave de su carrera. Y lo dio todo para tratar de mantener la portería a cero. Le aplaudían los compañeros en cada parada y él los alentaba desde atrás, dejando ver destellos de esa faceta de líder que recordaba al Iñaki de la cantera.

Poco pudo hacer, sin embargo, en el gol del empate. Volvió a quedar vendido el guardameta por la fragilidad defensiva que está condenando al equipo esta temporada. Un globo descontrolado de Fran Pérez que la zaga azulgrana, enredada y descolocada, fue incapaz de despejar y que cayó a los pies de Guillamón en la frontal. Se acomodó el balón el centrocampista vasco y, sin pensarlo, lo colocó magistralmente y con fuerza por la escuadra.

Un golazo que, eso sí, desató de nuevo la polémica. Protestaban por un posible fuera de juego -y así lo parecía a los ojos del espectador- y, tras revisarlo el VAR, Ortiz Arias acabó dando su visto bueno. Sin embargo, la imagen que compartió la realización levantó más suspicacias, con una línea que indicaba que el hombro de Kounde rompía el fuera de juego de Fran Pérez. Una lástima, porque Iñaki Peña hubiese sido el héroe del partido en Mestalla y otro gallo cantaría.