La llamativa falta de rasero en la comparación Vinicius-Dembélé

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Suele suceder. Cuando las cosas van mal, cuando a un contratiempo se le suma otro, cuando la fortuna, que antes estaba descaradamente de tu lado, de golpe te empieza a dar la espalda, entonces es cuando necesitas agarrarte a algo. A lo que sea. Algo así está sucediendo en Madrid con la irrupción de un chaval de 18 años y de un coste algo mayor (alrededor de 40 millones de euros).

<strong>Vinicius Júnior es el halo de luz que necesitaba la prensa de Madrid</strong> para esconder debajo de la alfombra toda la 'pelusilla' que se ha ido acumulando en dos meses y medio apenas de competición más que convulsos. Algo más de 60 días llenos de oscuridad, de desdichas. Porque es así. Al Real Madrid no le está saliendo nada bien. Ramos ha perdido gran parte de su seguridad defensiva, Marco Asensio se ha estancado alarmantemente, nadie ha dado el paso al frente que se exigía ante la marcha de Cristiano, Benzema continúa siendo tan brillante como irregular, Bale sigue lejos de ese título de 'superestrella' que en su día se le otorgó, Modric está lejos de su mejor estado de forma, Lopetegui no funcionó y las formas a la hora de 'cargárselo' dejaron una pésima imagen...

Ante todo este cúmulo de catastróficas desdichas ha irrumpido un nombre, el de Vinicius Júnior. El brasileño, con ficha del Real Madrid Castilla y de apenas 18 años, es el brote verde que ha 'escogido' la prensa de Madrid para sacar luz en medio de una oscuridad fúnebre. Dos asistencias ante el Melilla de Segunda B en Copa y gol de rebote ante el Valladolid son las credenciales para que todo el mundo se agarre a la promesa brasileña.

¿Qué diferencias hay entre Vinicius y la llegada de Dembélé con apenas 20 años?

Es entonces cuando nos pasa por la cabeza el tema de Dembélé. La llegada del 'Mosquito' ahora hace algo más de un año tuvo cierta semejanza con la del brasileño. 145 millones de euros pagó el Barça, sí, pero el francés apareció con el mismo nivel de madurez (19-20 años) que Vinicius. Al ex del Dortmund, eso sí, se le exigió el máximo desde el minuto 1. Se puso sobre él la lupa y el grado de paciencia, ya desde un buen comienzo, fue muy muy bajo. Tuvo la mala suerte de lesionarse. Eso no le ayudó precisamente a adaptarse a una plantilla tan conjuntada y que lleva años jugando junta, casi de memoria.

En cualquier caso, la gente, la prensa de Madrid, estuvo muy encima del francés y lo crucificó sin piedad cuando no le salían las cosas. La etiqueta de su precio y la exigencia de resultados casi inmediata fueron la tónica habitual de sus primeros meses. Y, de hecho, lo siguen siendo. Ousmane lleva esta temporada seis goles oficiales, más de los que marcó en toda la temporada pasada. Se puede discutir su influencia en el juego, su adaptación, su solidaridad en defensa, pero es evidente que a nivel de resultados no hay mucho que reprocharle. No olvidemos que tiene apenas 21 años y un margen brutal de crecimiento.

Está por ver si logrará esa madurez en can Barça o no, pero es evidente que el trato desde un buen comienzo ha distado mucho del que se le está dando a un Vinicius que parece que por un par de acciones vaya a ser el salvador de un Real Madrid a la deriva. Imaginamos que los contextos, la necesidad de hacer sangre y de sacar brotes verdes de donde sea, influyen mucho en esa diferencia de trato. Habrá que poner la lupa a partir de ahora...