Koeman vs Soldado: De esperarle en el túnel al "eres un subnormal"

Un enfrentamiento se forjó por primera vez en Los Cármenes, en pleno mes de enero. Un fin de semana en el que arreciaba sobre media España el temporal Filomena y que en Granada, eso sí, dejó un clima agradable y terrazas llenas. Pues bien, con un sol nítido y un cielo precioso con Sierra Nevada de fondo, con esa imagen bucólica arrancaba un Granada-FC Barcelona que fue una de las primeras odas del equipo de Koeman en un 2021 que empezó de forma celestial. 0-4 y exhibición.

Pero todo ese marco idílico no evitó que naciera aquel día un conflicto que se recrudeció (vaya si lo hizo) poco después. El 0-1 que anotó Antoine Griezmann aquel día fue intensamente protestado por los jugadores nazaríes. Argumentaban que el rebote que cayó en el área a los pies del francés era intencionado y que su posición era irregular. El que más puso al grito al cielo fue Roberto Soldado.

El valenciano suele ser un 'incordio' para los árbitros, de aquellos jugadores 'pesados' y que no dejan de martillearte la oreja durante los 90 minutos. Vive los partidos con intensidad y es un competidor nato. Pues bien, sus protestas llegaron a tal punto que hasta Koeman, que suele gustarle el 'salseo', todo sea dicho, le recriminó algo al árbitro para que castigara las protestas con alguna cartulina y se enzarzó con un Soldado que le dirigió unos cuantos improperios desde el verde y señalándolo con el dedo. Los mensajes 'cariñosos' se mantuvieron durante varios minutos y con la pelota en juego y el gol concedido. Ahí ambos se enzarzaron durante varios minutos e incluso el neerlandés lo esperó al descanso en la entrada al túnel de vestuariuos.

EN COPA, TENSIÓN MÁXIMA

Lejos de haberse calmado la cosa, el 3 de febrero, dos semanas después, la disputa explotó. En una remontada épica del Barça en los cuartos de Copa, la cosa venía ya calentita y el banquillo culé celebró con vehemencia el 2-2 de Jordi Alba. Hubo algún gesto hacia la zona de suplentes nazarí y Soldado se dirigió a Koeman con la vena encendida. “Es un subnormal, es un subnormal”, repetía a los que tenía a su lado hasta que señaló al técnico del Barça y le gritó: “¡Eres un payaso, te falta humildad!”. Veremos cómo prosigue la saga.