Veladas sonoras

Veladas sonoras

“El kárate lo aporta todo para afrontar la vida”

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su último disco, 'La Jauría'

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría'

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría' / DIEGO SPERANI

Ignasi Sagnier

Con su rock cercano y directo, Dani Fernández llena salas y pabellones de nuestro país y espera hacer lo mismo en el Sant Jordi Club en febrero de 2025. Barcelona es una de sus plazas favoritas y presentará su nuevo disco “La Jauría” que publica en dos meses

Siempre empezamos estas entrevistas con la misma pregunta. Deportivamente hablando, si hay que hacer un paralelismo, ¿en qué momento se encuentra?

Pues es una muy buena pregunta. Nunca me lo había planteado. Creo que siempre hay dos cosas que te vienen a la cabeza cuando piensas qué debe ser tu carrera. Una es dónde quieres estar tú y la otra es dónde te ve la gente. Quiero pensar que ahora estoy en la situación de un Jorge Martín, el piloto de MotoGP, que corre con una Ducati ‘no oficial’ pero está en lo más alto, ganando y optando a ganar el Mundial. Y lo asemejo así porque ¿qué es ganar en la música? Se puede ganar de otras maneras que no es venciendo al de al lado como en el deporte. Se gana cuando te quieres a ti mismo y te sientes bien con tu trabajo. Es complicado hacer una reflexión con respecto al deporte porque cuando hablo con mis amigos opino que a la hora de hacer un concierto siempre ganamos y nunca perdemos. Quiero pensar que soy esa segunda espada; una música que para mucha gente no es tendencia, pero que está ahí y que gusta a determinadas personas. Que vendemos entradas y llenamos las salas. Los hay que piensan que soy demasiado orgánico y a quienes les gusta mi rock.

¿Y en qué momento musical se encuentra Dani Fernández?

Creo que en el mejor momento de mi carrera. He vivido muchas etapas en mi vida. Me da algo de vértigo lo que atravieso ahora porque estoy viviendo tantas cosas bonitas que no quiero que se acaben. Una de las cosas más difíciles de la música es llegar al pico y sentirlo; considero que todavía me falta algo para llegar a tal pico. Quiero sentir que seguimos aprendiendo y mejorando. No pienso que mi carrera tenga bajada porque voy con pies de plomo y tan poco a poco que me da miedo que estalle para acabar cayendo. Cuando peor lo pasé fueron los momentos en los que terminé con mi anterior banda (‘Auryn’). Cuando notas que empieza a bajar la cosa es lo peor que puede gestionar un artista. Sentir que ya no eres tendencia o que no estás de moda. Es jodido asimilar esa fase en la que todo baja y se está desmoronando.

Tengo entendido que es usted admirador de muchas disciplinas deportivas.

De muchísimas. El terror de las personas que están conmigo siempre ha sido que lo veo absolutamente todo. Ahora que hay JJOO en París tengo la televisión encendida todo el rato. Y la Eurocopa. Me gusta ver todos los deportes. Practicarlos ya es otra cosa, pero me encanta verlos. Y eso que he practicado hockey, airsoft, surf, snow, ski. Y cuando era pequeño hacía motocross. También practiqué catorce años de kárate y soy cinturón negro, aunque luego lo dejé.

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría'

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría' / DIEGO SPERANI

Catorce años es mucho tiempo. ¿Qué le enseñó el kárate?

Principalmente los valores que aporta. El kárate es una de las disciplinas que más enseña a los chavales a comportarse la vida. A respetar a tu oponente, a tus mayores. Es un deporte que te corrige y aunque no estés de acuerdo con el sensei (instructor) siempre debes aceptar la crítica, saber cuál es su punto de vista y no puedes rechistar. Ayuda a controlarte y te aporta todo en la vida. Cuando eres pequeño y tu padre te riñe siempre buscas excusas y en el kárate eso no se estila.

Es usted un colchonero reconocido y no se oculta.

Y abiertamente lo digo. No me escondo para nada. Hubo un tiempo en el que desde mi equipo se me decía que el fútbol genera polémica y que lo más inteligente es no decir de que equipo eres, pero no me importa porque me llena de orgullo ser colchonero. Mi padre me ha inculcado desde siempre los principios de Atlético. Es un club que te da unos valores que otros no poseen.

¿Sigue el fútbol habitualmente?

Por supuesto y no sólo al ‘Atleti’. Veo todos los partidos de fútbol que puedo, del Barça, del Real Madrid. Y soy del Cartagena. Veo mucha segunda división, el fútbol femenino. Soy muy futbolero. En verano deseo que empiece de nuevo la Champions. Para mí supone un bajón cuando se juegan los amistosos de selecciones porque significa que no hay jornada de Liga y no veo a ‘mi’ Atlético.

Es aficionado a MotoGP y cada año visita algún Gran Premio.

Las motos las he mamado desde pequeño. Mi padre me regaló una moto con siete años y sé que es darle al gas desde niño. Se infravalora mucho el mundo de la moto porque no se es consciente del sacrificio que supone y ponen en riesgo su vida. Cuando hablo con algún piloto noto que es muy sacrificado porque nosotros no tenemos que ensayar tanto, ni flirteamos con tanto peligro. Las motos me transmiten “familia”. Vas por el paddock y la gente es muy cercana. Con mis amigos comentamos que los pilotos se juegan la vida y están continuamente viéndose por el circuito. Si encima no aguantas al rival imagínate lo complicado que debe ser verte cada cinco minutos. MotoGP es otro deporte de valores. Me gusta lo de comer juntos como si fuera un campamento y me da envidia porque me gustaría vivirlo más frecuentemente. En la música vas siempre con tu mismo grupo, pero en MotoGP hay equipos de muchas nacionalidades y culturas.

Estuvo a punto de llamarse Kevin por culpa del mítico piloto americano de los noventa.

Mi padre flipaba con Kevin Schwantz, el corredor de 500 y cuando nací amagó con llamarme Kevin, pero mi madre no le dejó (risas). La verdad es que me hubiera gustado llamarme Kevin por lo que significaba en esa época y porque implicaba muchas cosas para mi padre. 

Mi referente deportivo es Kobe Bryant por su trabajo y tesón; me marcó en una etapa de mi vida

¿Tiene algún referente deportivo?

Llevo tatuado a Kobe Bryant. No lo he dicho, pero me flipa el baloncesto y ver los partidos de la NBA cuando puedo. Kobe me marcó en una etapa de mi vida en la que dormía muy poco para poder ver sus partidos. Me hizo sentir que el mundo del deporte es mucho más sano de los que parece y él lo veía de una manera muy particular, con trabajo y tesón. Se levantaba a las cinco de la mañana para practicar tiros libres solo en la cancha y a base de esfuerzo llegó donde llegó. Ver a Kobe jugar era una pasada. Me marcó ver en directo el partido en el que metió 81 puntos. Nunca he jugado a baloncesto, pero ser tan aficionado es algo que me sorprende incluso a mí.

¿Qué gesta deportiva o qué momento histórico deportivo le marcó?

Lo que más recuerdo fue el choque entre Sete Gibernau y Valentino Rossi en la última curva del GP de Jerez de 2005. Tengo la imagen grabada y me impactó mucho. Me transporta a la infancia y a esos domingos con los míos delante de la TV. Mi familia se siente bien viendo las carreras de MotoGP; es como una comunión.

¿Cómo se prepara un Wizink en Madrid en diciembre con todo vendido? 

Con mucho equipo detrás. Un artista es lo que el equipo que tiene alrededor es. Si no tienes a una gente que te hace bajar al suelo y te dice las cosas a la cara creo que nunca te va a ir bien. Y tengo un grupo de gente maravilloso que se deja la piel incluso más que yo para que mi proyecto salga adelante. El Wizink es el ejemplo perfecto. Un equipo remando y trabajando durante muchos meses. Es en diciembre y llevo desde febrero preparándolo a conciencia. Hay cientos de personas trabajando. Si no hay una buena organización y un buen trabajo previo el artista no canta bien y no sale a disfrutar. Y valoro mucho el sentirme bien con aquellos que tengo a mi alrededor.

Y luego tiene un Sant Jordi Club en febrero. Otra gran plaza.

Me hace mucha ilusión porque siempre he sentido que Barcelona es como mi casa. Tengo tantos amigos en Barcelona, Cadaqués, en Catalunya…he vivido tanto allí que me hace mucha ilusión ir al Sant Jordi Club con toda esa gente apoyándome. Tengo mucha incertidumbre por ver si lo podemos llenar, pero ojalá la gente responda y vivamos una noche increíble.

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría'

Dani Fernández estará en el Sant Jordi Club en febrero del 2025 presentando su próximo disco, 'La Jauría' / DIEGO SPERANI

¿Físicamente como aguanta los conciertos?

Cuando veo mis vídeos en el escenario no me reconozco. Eso demuestra que es la plenitud de lo que soy al cien por cien. No concibo lo de reprimirme, ni en pienso en nada. En el escenario sientes que eres tú en esencia y no puedo limitarme; necesito ser yo. Uno de mis problemas es que cuando tengo un concierto no pienso en el del día siguiente y a veces debería dosificarme, pero no lo hago. 

¿Qué estilos musicales sonaban en el coche de sus padres?

Un poco de todo. Lo que más recuerdo era Joaquín Sabina. Mi padre me ponía sus discos y le preguntaba quién era ese señor. También Serrat, Loquillo. Mi madre es más coplera y le gustaba Rocío Jurado, Isabel Pantoja y mi hermana más flamenca. En casa convivían muchos estilos y había guerra por el volumen. Cuando era un chaval le daba mucho al hip-hop y rap español y mi padre era más de Eminem. Yo escuchaba KaseO, Violadores del Verso, SFDK y mi padre no lo entendía.

Y la última, ¿cómo ve el panorama musical?

Muy diverso. Creo que con la tecnología que existe ahora, con Spotify y otras plataformas hay tanta diversidad que detecto saturación. Eso tiene una parte buena y una parte mala. Lo bueno es que se puede disfrutar de muchos estilos de música y la gente puede lanzar sus canciones sin tener a una discográfica, pero a su vez tiene algo negativo. Y es que salen tantas canciones al día que llega un momento en que olvidamos la esencia de la música que no es otra cosa que transmitir y mandar mensajes. Eso no lo olvido y cada vez que escribo una canción quiero que la gente sienta algo. Hay artistas que se han olvidado de ese factor. No voy de salvador del rock, ni de la vida, ni de la industria, pero es verdad que me tomo en serio lo que hago e intento transmitir sentimientos con mis letras.

Alucinado con la selección española campeona de Europa

Dani Fernández no se perdió ninguno de los partidos de la roja en la Eurocopa de Alemania. Y lo gozó como todos los aficionados al buen fútbol. “Es un grupo de jugadores jóvenes que nos han deleitado con un fútbol muy fresco y descarado. Iban a por todas. Hacían fácil lo difícil y se notaba que jugaban al fútbol divirtiéndose en todo momento que es algo clave en todo lo que hagas en la vida”, apunta el guitarrista.

TEMAS