Jorge Mendes, el magnate que controla el futuro del Barça

El FC Barcelona ha anunciado la renovación de Guille Fernández hasta el 30 de junio de 2027. El centrocampista, que es una de la mayores joyas que atesora La Masia en la actualidad, cumplió hace exactamente un mes los 16 años e inicia su etapa juvenil en el club blaugrana con una gran proyección por delante.

El dorsal 19, otro guiño entre Lamine y Messi

Guille ha sido uno de los futbolistas más jóvenes en recibir la llamada de Hansi Flick para participar en los primeros entrenamientos de la pretemporada del FC Barcelona. El joven canterano se ha integrado en la dinámica del primer equipo, con la gira por los Estados Unidos en el horizonte.

Nuestro protagonista es uno de los futbolistas que está bajo el paraguas de Jorge Mendes, el representante con más influencia, en estos momentos, en el club blaugrana. Mendes se ha convertido en el agente de jugadores más influyente desde que en 1996 creara Gestifute, admirado por las operaciones millonarias que gestionaba su compatriota José Veiga, uno de los grandes percusores de este negocio y que entre otras operaciones, materializó la traición de Luis Figo al Barça en 2000, cuando convirtió al delantero en la baza electoral de Florentino Pérez.

Mendes hizo su primera gran operación en 2003, con el traspaso de Cristiano Ronaldo del Sporting de Portugal al Manchester United por 15,5 millones. Y no solo sigue en la cima, sino que ha multiplicado su imperio con la creación de Quality Sports Investement, un fondo de inversión que gestiona derechos de futbolistas.

Las dificultades económicas del Barça le han abierto una puerta de negocio que el representante luso ha sabido aprovechar. Y no solo gestionando la llegada del actual director deportivo, Deco, o las cesiones de Joao Cancelo y Joao Félix.

Mendes se ha fijado en la cantera del Barça y ha extendido sus tentáculos hacia varios de los mayores talentos de La Masia. En 2020 se hizo con la representación de Ansu Fati, que estaba en la agenda del hermano de Messi. Un año después pasó a controlar a Alejandro Balde. Y el año pasado se hizo con Lamine Yamal, que rompió su relación con Iván de la Peña.

A ello hay que sumar que también gestiona la carrera del entrenador del Barça B, Rafa Márquez. E incluso ha extendido sus tentáculos al equipo femenino con la Balón de Oro Aitana Bonmatí, a través de WOM, una empresa asociada a Gestifude.