Jordi, el 'ascenso' de una de las tres patas de Laporta

Junto al entrenador, al 'general manager' como le llaman en Inglaterra (Xavi Hernández) y al director de fútbol, emerge la figura del director deportivo. Un empleo que hasta ahora estaba vacante en el FC Barcelona y que ahora tiene nombre y apellidos: Jordi Cruyff. Más allá de su archiconocido linaje 'purísimo' azulgrana, el primogénito de Johan se ha ganado a pulso un 'ascenso' forjado, sobre todo, en un verano de locos.

No es que fuera un secreto a voces, es que directamente se sabía que ya ejercía como tal. Tan solo estábamos a la espera del formalismo y del anuncio oficial. De esa foto junto a un presidente, Joan Laporta, que nunca se ha olvidado de él en sus 'oraciones'. En todas las ruedas de prensa de presentaciones de nuevos fichajes, junto al incombustible Mateu Alemany, 'Jan' ha hecho referencia a la figura del hispanoneerlandés.

UNA FORMACIÓN 'EXÓTICA'

Desde que abandonó la práctica del fútbol (después de tres años en el primer equipo del Barça pasó por Manchester United o Alavés, donde vivió sus mejores años), su carrera iba claramente enfocada más hacia los despachos que a los banquillos. Aun así, lo fue alternando. Pasó por Malta (Valletta), por Chipre (AEK Larnaca), por Israel (Maccabi de Tel Aviv), por China o Ecuador, donde no llegó a ejercer. Una macedonia de destinos que le hicieron cumplir uno de sus sueños, enriquecerse y ver mundo. Siempre ligado al fútbol. Su vida.

El verano de 2021 acudió a la llamada de Laporta para intentar reflotar a un club diezmado. Herido. Una entidad que Jordi ama y en la que su padre es leyenda póstuma. Se sentía en 'deuda', por así decirlo. Aceptó y se puso a trabajar codo a codo con Mateu Alemany, un tiburón del mercado y las finanzas, un negociador implacable. Mano a mano, lograron el 'milagro' de reforzar al equipo en enero. Sin prácticamente líquido para gastar. La segunda y gran obra, eso sí, ha llegado los últimos meses.

TRES FIGURAS EN LAS QUE APOYARSE

A Jordi no le importa trabajar en la sombra. Silencioso, discreto, serio. Con Xavi, al que obviamente ya conocía bien, conectó al instante. Es un binomio que se complementa muy bien. "Son gente con la que da gusto tratar. Jordi, Mateu, es un placer trabajar con ellos, te dan seguridad", ha dicho Xavi en más de una ocasión. "Jordi es una persona leal y fiel", añadió hace unos días el de Terrassa en rueda de prensa. Una señal inequívoca de la confianza mútua que hay.

La estampa de su firma en el nuevo contrato no significa nada para Jordi. Nada más allá de corroborar y solidificar una unión que está funcionando y carburando con precisión casi quirúrgica. Mateu, Jordi y Xavi son las tres grandes apuestas de Laporta. Los tres hombres en los que sustenta el presidente la gestión deportiva de su mandato.