Iniesta, sube; Neymar, baja

Imposible encontrar consuelo en la derrota y eliminación del Barça ante un Atlético de Madrid que defendió con uñas y dientes el primer gol de Griezmann y que él mismo cerró el pase a las semifinales de la Champions League con su segundo tanto de penalty. En un Barça que tiró la primera parte y que solo en la segunda buscó con ahínco la clasificación, Iniesta emergió como el guía, el conductor, el sostén de un equipo que echó de menos a su tridente. El manchego protagonizó lo poco bueno que hizo el Barça en el Calderón, creando las mejores jugadas de ataque, encontrando los espacios que no existían... y siendo actor principal en las dos acciones más polémicas del final del partido. Provocó el penalty que puso el 2-0 en el marcador y realizó la jugada donde Gabi desvió dentro del área su centro, un penalty clarísimo.

La cruz del encuentro hay que buscarla en muchos sitios, porque pocas cosas funcionaron bien en el Barça. Seguramente habría que personoficarlo en Neymar, porque al brasileño no le salió absolutamente nada. Nada. Ni desbordó, ni creó peligro y, además, estuvo más tiempo en el suelo que de pie por culpa de los resbalones. Se enfrentó a Juanfran y a Godín y acabó viendo una tarjeta amarilla. Una noche aciaga la suya.