Iniesta: "Os llevaré en mi corazón"

Xavi Canals

Xavi Canals

Andrés Iniesta vivió el adiós soñado por cualquier futbolista. El club le preparó una fiesta acorde a su trayectoria en el club y los cimientos del Camp Nou temblaron con una afición entregada al capitán. La grada coreó su nombre desde el minuto 80, en que fue sustituido por Paco Alcácer, hasta el pitido final. Casi quince minutos en los que no dejaron de sonar cánticos dedicados a ‘Don Andrés’. Los decibelios subieron cuando la afición detectó que Iniesta, sentado en el banquillo, no podía reprimir las lágrimas por la emoción.

La fiesta posterior al partido se convirtió en un último homenaje tan merecido como emotivo y espectacular. La plantilla al completo le hizo el pasillo mientras el Camp Nou volvía a rugir. El Estadi casi se viene abajo cuando el capitán levantó el último de sus 32 títulos como blaugrana, la Liga, que recibió de manos del nuevo presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Por cierto, silbado unánimemente por el Camp Nou.

el último discurso

Iniesta hizo su último discurso, que el público le hizo interrumpir en dos ocasiones con sus aplausos: “Es un día mítico. Han sido 22 años maravillosos. Ha sido un orgullo y un placer defender este club, para mí, el mejor del mundo. Gracias a todos y cada uno de mis compañeros. Os voy a echar muchísimo de menos. Y gracias a vosotros, a mi afición, por todo el cariño y respeto que me habéis hecho sentir desde que llegué, como un niño, hasta ahora, que me voy como un hombre. Gracias por haberme pedido insistentemente que me quedara. Solo puedo decir que os llevaré en mi corazón para siempre. Para acabar, esta semana me he quedado sin palabras. Visca el Barça, visca Catalunya y visca Fuentealbilla”. Sergio Busquets, Leo Messi, Jordi Alba, Sergi Roberto y Luis Suárez no podían reprimir las lágrimas. Al acabar la plantilla en bloque manteó a su capitán.

El ‘Infinit Iniesta’ fue la leyenda de la fiesta, con el dorsal 8 en horizontal, símbolo matemático del infinito, presente en todo el acto. Hubo camiseta conmemorativa, vuelta al ruedo por el doblete y espectáculo pirotécnico final con un Iniesta ya relajado y disfutando del momento. Don Andrés abandonó el césped con una gran sonrisa. ¡Suerte y hasta pronto, crack!.