Impecable partido de Mascherano como pivote

Ante la obligada ausencia de <strong>Sergi Busquets</strong> por lesión (sufrió una durísima entrada de <strong>Escalante</strong>, jugador del Eibar), se habían hecho varias quinielas sobre quién sería el jugador que reemplazaría al canterano del Barça, una de las posiciones más exigidas del equipo. En primer lugar aparecía Rakitic, después André Gomes e incluso Sergi Roberto. Pocos apostaban por la elección que finalmente tomó Luis Enrique: Mascherano.

El 'jefecito' respondió a la confianza del técnico argentino con un partido impecable desde todos los puntos de vista y aspectos futbolísticos, hasta el extremo de que fue, sin duda, el jugador más destacado del primer tiempo, donde se vio poco fútbol creativo y excesivo 'centrocampismo' en un estrecho espacio del terreno de juego. Como suele decir Jorge Valdano, "cuando el partido se pone serio el que manda es Mascherano". Así fue. Mostró una excelente preparación física que le permitió recorrer todo el campo sin agotarse, siempre cerrando huecos e intentando impedir que la Real Sociedad hiciera daño con sus llegadas. Un trabajo sordo, sí, pero encomiable y necesario.

<strong>Mascherano </strong>fue el futbolista que más balones robó, exhibiendo una de sus grandes virtudes, la anticipación. Solucionó muchos problemas cuando el equipo no tuvo la pelota y siempre estuvo en el lugar correcto y necesario para ser la referencia de sus compañeros. Recuperó siete veces el balón, lo que da una imagen aproximada de la capacidad de concentración que tuvo. 

Luis Enrique le sustituyó en el minuto 65 porque el argentino notó leves molestias en los isquiotibiales de la pierna derecha y por precaución decidió sustituirlo por Ivan Rakitic. Una vez más Mascherano demostró que su posición natural es la de centrocampista defensivo, que es como juega con la selección argentina, aunque sus prestaciones como central también han sido impecables durante todos estos años en el Barça.