Los hijos de Dios

Los hijos de Dios, en el Camp Nou, en el Barça, son los seguidores futbolísticos de Johan Cruyff. Es Guardiola y es Celades, son Koeman y Òscar, Begisristain y Laudrup, Eusebio y Ferrer, Milla, Carreras, Zubizarreta, Bakero, Amor o Abelardo...

Cruyff, el entrenador, dejó un legado tras su paso por el Barcelona que permanece alrededor de todo el mundo. Desde Australia y hasta Inglaterra, Alemania, Austria o España la filosofía de su fútbol se impuso y sigue siendo dogma.

“Cada entrenamiento con él era un master, una clase maestra” apuntó Òscar García desde Salzburgo, a quien dio la alternativa en plena efervescencia del Dream Team y que le asistió en el banquillo de la selección catalana en un “aprendizaje mayúsculo”.

La carrera del ex futbolista de Sabadell no es única en los banquillos. Johan traslado su pasión a muchos de los que trabajaron a sus órdenes, y que lo sufrieron y disfrutaron en su momento, para acabar utilizando aquellas enseñanzas.

Acaso sea Pep Guardiola su alumno más aventajado, quien en el propio Barça superó al maestro y condujo el rondo a la excelencia. Con Cruyff “dábamos espectáculo o nos lo daban” ironizó una vez Txiki Begiristain, explicando que la personalidad de aquel Dream Team era capaz de lo mejor y de lo peor, algo que mejoró Rijkaard y llevó a la perfección Guardiola.

seguidores

“Si hemos decidido ser entrenadores es porque él nos inculcó la idea de que puedes dominar el juego. Cruyff nos ayudó a hacerlo. Nos abrió los ojos para ser de otra manera y por eso somos sus seguidores” resumió el hoy entrenador del Bayern en RAC1 y que se reunirá con su amigo Begiristain en el Manchester City, para reencontrarse en la Premier con otro amigo común.

“Aprendí de todos los entrenadores con los que trabajé, pero con él fue una cosa muy especial” destacó no hace muchos meses Ronald Koeman, el héroe de Wembley, que también responsabilizó a Cruyff de su decisión de ser entrenador y del que se despidió de forma muy sentida.

“Fue el mejor entrenador que tuve en mi carrera” enfatizó Laudrup, considerando a Johan “el mejor futbolista europeo de todos los tiempos” y una de las “mayores personalidades de la era moderna”.

El danés ha sido, es, otro de los mayores seguidores de la filosofía futbolística de Cruyff, habiendo trasladado ese juego por el Getafe, el Mallorca o el Swansea, donde aún se mantiene el recuerdo del cambio de mentalidad futbolística que se produjo con la llegada de Michelino.

“Era una persona arrolladora que te convencía con la palabra” resumió Luis Milla, entrenador del Lugo hasta febrero, primer descubrimiento del holandés en la cantera y que abandonó el Barcelona por la puerta de atrás por asuntos de dinero.

En un artículo en La Vanguardia, Milla se sumó a la catarata que ponen a Johan como el referente de sus carreras tras dejar el fútbol: “Han pasado entrenadores, cada uno ha puesto su matiz, pero la filosofía que propulsó Cruyff ha continuado”.

“Los que podemos sentirnos sus hijos adotivos estamos tristes porque nos marcó” explicó Lluís Carreras, quien admite que en el banquillo del Zaragoza, como antes en Sabadell o Mallorca “intento tomar de alguna manera lo que nos enseñó”.

llanto y agradecimiento

Hristo Stoichkov sería un caso similar al de Laudrup. El danés se marchó del Barça en 1994 porque “no le aguanto más” y un año después Johan invitó al búlgaro a irse. Con el tiempo, sin embargo, Stoichkov no solo recuperó su estima por Cruyff, sino que se convirtió en uno de sus mayores defensores.

El ‘8’ del Dream Team, hoy comentarista de televisión, dejó esa imprenta en el banquillo del CSKA de Sofía, al frente del cual quiso revolucionar el sistema que le enseñó en Barcelona Cruyff, cuya muerte provocó el llanto de un Stoichkov que resumió su sensación de forma gráfica: “Quedará en mi memoria para siempre”.

“No te olvidaré. Gracias a ti pude ser futbolista y me quedo con todo lo que me enseñaste, que fue mucho” expresó a través de las redes sociales Albert Ferrer, quien se destacó de entrada al frente del Vitesse holandés antes de pasar por los banquillos de Córdoba y Mallorca.

“Nunca le podré devolver todo lo que hizo por mi” escribió Sergi Barjuán en El Mundo, en un artículo en el que admitió, también, lo mucho que le marcó Cruyff. “Soy todo lo que soy, antes jugador, ahora entrenador, gracias a Johan” resumió el ex lateral, hoy comentarista en TV3 a la espera de volver a los banquillos tras su paso por Recreativo y Almería.

“Ha sido mi padre futbolístico” sentenció Eusebio Sacristán, otro integrante del Dream Team cuya relación con Cruyff se deterioró en su momento para recuperarse con el paso del tiempo.

“Me inculcó esa idea de fútbol, de juego…es idea de afrontar, no solo los partidos, sino la vida” explicó el vallisoletano, hoy al frente de la Real Sociedad y a decir de muchos un entrenador que lleva profundamente marcado el sistema que aprendió con el holandés.

“Le estaré eternamente agradecido porque me dio la oportunidad de ser futbolista profesional y me enseñó muchísimo” explicó Albert Celades, integrante de la última camada de canteranos que alumbró bajo el mando de Cruyff  y que sigue su filosofía al mando de la selección sub’21.

“Nos convenció de que su modelo y estilo era válido y de que podíamos ganar de esa manera” resumió el hoy entrenador.

“Cruyff cambió el Barça y el fútbol” sentenció en la Cadena Cope Abelardo a modo de homenaje. El asturiano, central por quien apostó Cruyff en 1994 y que hoy trabaja en ese fútbol al frente del Sporting, destacó que el holandés “gustaba al futbolista por su sinceridad y su cercanía”.

Desde Australia, donde entrena al Adelaide United, Guillermo Amor asegura que siempre estará "agradecido por la confianza y los consejos" que Cruyff le dio cuando lo tuvo bajo sus órdenes. "Johan siempre será eterno. Nunca lo olvidaré", remata el exfutbolista de Benidorm.