El hijo del 'Maradona de los Cárpatos' la quiere liar contra el Barça

El apellido Hagi trae recuerdos imborrables en el Barça. Imágenes de la niebla en Vigo un frío 11 de diciembre de 1994 y aquel gol desde el centro del campo que se intuyó más que se vio.

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Gica Hagi fue un futbolista genial, de los pocos que han jugado en el Real Madrid y el FC Barcelona. Su enorme calidad técnica le llevaron a ser bautizado futbolísticamente como el 'Maradona de los Cárpatos'. Ahí es nada.

Como azulgrana jugó de 1994 a 1996 y marcó 11 goles en 51 partidos. Repartió 5 asistencias. Johan Cruyff apostó por él tras la debacle de la final perdida en Atenas frente al Milan. Con el Barça ganó un solo título, la Supercopa de España de 1994.

Tras la retirada, Gheorghe Hagi abrió en su país una academia de fútbol con su nombre y ahí es donde comenzó a jugar su hijo Ianis, con diez años. Ahora tiene 25 y ya ha militado en cinco equipos de cinco Ligas diferentes. Vitorul Constanta (Rumanía, en dos etapas), Fiorentina (Italia), Genk (Bélgica), Glasgow Rangers (Escocia) y el último de ellos, el Alavés.

El club vitoriano llevaba tiempo detrás de Ianis Hagi para dotar de talento a un equipo basado más en 'currarse' la permanencia. Llegó cedido por el Glasgow Rangers hasta final de temporada -sin opción de compra- y aunque los inicios fueron difíciles, poco a poco ha ido encontrando su sitio en el equipo y mejorando sus prestaciones.

Dos goles, una asistencia y un penalti fallado

Suma dos goles -en la goleada por 0 a 10 de la Copa del Rey ante el Deportivo Murcia- y una asistencia en 11 partidos. Lástima del penalti fallado en la última jornada frente al Almería -engañó a Maximiano, pero la tiró alto-, aunque este es un mal de todo el equipo albiazul, que ya ha errado tres penas máximas. Y por fortuna para el Alavés, ganaron el partido por 1-0.

Ianis está acostumbrado a que se le conozca por ser el hijo de Gheorghe. Aunque busca su propio espacio, ya con 25 años, y no hay muchos mejores escaparates posibles que el de Montjuïc y frente a uno de los exequipos de su padre.

"Mi apellido es una responsabilidad, pero disfruto de la presión, estoy acostumbrada a ella desde pequeño", explicó el día de su presentación con el Alavés este centrocampista ofensivo, ambidiestro, con buen disparo, sobre todo a balón parado, y último pase.

Ianis Hagi luce a sus espaldas el dorsal '10', un número que acostumbra a ser para los elegidos y fue el que llevaba su padre. Este rumano nacido en Estambul -cuando Gica jugaba en el Galatasaray-, con apellido ilustre, la quiere liar este domingo contra el Barça.